En el mundo de la vid (Vitis vinifera), en el juego varietal de uva blanca, nos encontramos a la Garnacha blanca, una variedad española de vid blanca que se encuentra extendida por toda España, siendo particularmente abundante en Tarragona, Zaragoza y Teruel.
Se le supone que puede proceder de una mutación de Garnacha tinta. En el mundo se cultivan 40.000 hectáreas, de las que 25.000 se sitúan en España.
Garnatxa blanca y Lladoner blanco
Se le conoce con otros muchos nombres según la zona. Algunos ellos son Garnatxa blanca, Blanca, Alicante blanca, Garnacha gris, Lledoner, Garnacho blanco, Grenache Blanc, Lledoné, Silla blanc, Sillina blanc, Grenache, Belán, Rool grenache, Feher grenache, etc.
La variedad Garnacha blanca es la base de muchos vinos varietales, como por ejemplo, el Foranell Pansa Blanca producido con la Denominación de Origen Vinos de Alella.
Así es una variedad cultivada en las Denominaciones de Origen de Alella, Cariñena, Costers del Segre, Cigales, Empordà-Costa Brava, Navarra, Priorat, Rioja, Somontano, Tarragona y Terra Alta principalmente, aunque también podemos encontrarla en el Bajo Aragón.
Según la Orden APA/1819/2007, la uva Garnacha blanca es una variedad vinífera, recomendada en las comunidades autónomas de Aragón y Cataluña, conociéndose en esta última como Garnatxa blanca y Lladoner blanco; está autorizada en la Comunidad Foral de Navarra, País Vasco y La Rioja.
Vid de Garnacha blanca
Como planta, es de porte erguido, bastante productiva, algo tardía y resistente a las enfermedades, aunque muestra cierta sensibilidad al mildiu y a la exconosis.
Se adapta bien a suelos arenosos o con piedras y a los ligeramente ácidos. En cuanto a clima, le gustan los cálidos y relativamente secos.
Produce uvas no muy grandes, aunque compactas. Las bayas son medias, uniformes, redondas y de color amarillo-verdoso.
La variedad de uva Garnatxa blanca, en ciertas áreas se vinifica sola o mezclada con Macabeo, Parellada, Moscatel o Pedro Ximénez para la elaboración de mistelas.
En el caso de producir vinos monovarietales suelen ser alcohólicos, frescos, con cuerpo y elegantes, de un cierto color amarillo-pálido, que en nariz presentan aromas florales y a frutas maduras.