En las plantas, el Sulfato cálcico juega un papel fundamental durante toda su vida. Este se asimila como ion Ca2+ y para su correcto desarrollo, debe estar presentes en la planta desde su germinación hasta su madurez.
Técnicamente, como término Sulfato de calcio, hace referencia a una sal cristalina, la cual puede presentarse en varios grados de hidratación (grado en que el agua está asociada a la estructura cristalina). También se le denomina como yeso, en este caso para referirse a su estado mineral natural común, que se presenta en la forma dihidratada (CaSO4 2H2O).
Yeso o aljez
Se conoce como yeso o aljez a este mineral compuesto por Sulfato de calcio hidratado. Es una roca sedimentaria de origen químico, muy común en la corteza terrestre, presentándose tanto en masas como también en cristales grandes con maclas en punta de flecha o punta de lanza.
En su estado natural, el yeso se puede encontrar fácilmente formando parte de rocas sedimentarias, donde están depositadas sales marinas, así como en suelos formados por la evaporación y posterior hidratación de anhidrita. Este mineral también se produce por la acción de gases volcánicos sulfurosos sobre las rocas que le rodean. De tal manera, que puede hallarse en cualquier lugar en el que existan estas condiciones.
El popular yeso es un material ampliamente empleado en las construcciones, especialmente en interiores. Así mismo, con él se elaboran tizas para la escritura, moldes para la reproducción de esculturas y otros moldes de dentaduras utilizados con fines terapéuticos y quirúrgicos en odontología, por ejemplo.
Yeso de uso agrícola
En el mundo de la fertilización vegetal, se emplea el yeso agrícola o sulfato cálcico (compuesto principalmente por sulfato de calcio), como fuente de calcio y azufre. Este, como se ha avanzado, juega un papel fundamental durante toda su vida porque:
- Interviene en el crecimiento de las raíces.
- Absorción de los demás elementos nutritivos.
- Participa en la actividad de numerosos enzimas.
- Actúa en el transporte de carbohidratos y proteínas.
- Neutraliza los ácidos que se forman en el metabolismo vegetal.
- Proporcionan una mayor consistencia de los tejidos.
Además, el calcio agrícola mejora las condiciones alrededor del sistema radicular manteniendo el pH del suelo en condiciones de óptima fertilidad. De esta forma, por una parte, el calcio en el suelo contribuye a que las raíces crezcan más fuertes y a mayores profundidades, mejorando el rendimiento productivo del cultivo. Y por otra, ayuda a que se consiga aprovechar mejor el agua disponible en las capas inferiores del suelo y favorecer el rendimiento productivo del cultivo.
Yeso como fertilizante y enmienda agrícola
Volviendo al yeso de uso agrícola, este es una de las opciones a la hora de enriquecer el suelo con fines nutritivos con este elemento, junto con otras, como la aportación de cal, caliza, dolomita, etc.
Hay que destacar que el yeso, al tratarse de origen natural 100%, este puede estar sujeto a ligeras variaciones a causa de la naturaleza del yacimiento o frente de extracción.
También que, con el aporte de yeso a los terrenos de cultivo, debido a su carácter neutro, no se modifica el pH del suelo. Esta cualidad le otorga la capacidad de mantener sus condiciones óptimas de fertilidad. Con su aportación se favorece la mayor eficiencia de los demás nutrientes empleados en el cultivo.
En cuanto a su almacenamiento en las instalaciones o almacenes de suministro, el yeso es un producto es estable a largo plazo, por lo que puede ser almacenado durante tiempo ilimitado sin detrimento de todas sus propiedades fertilizantes. Este producto nutricional cumple con el RD 824/2005 sobre productos fertilizantes y enmiendas agrícolas.
Respecto a su incidencia sobre el pH del suelo, el yeso agrícola, debido a su carácter neutro, no lo modifica. En este contexto, con su aporte al terreno, contribuye en conseguir una fertilidad inmediata en suelos muy arenosos, degradados o con poca mineralización. Además, es posible mezclarlo con otros fertilizantes.
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