La recolección del kumquat en un huerto urbano es la mejor forma de disfrutar de este apreciado fruto ya que se puede realizar en el momento óptimo de recolección. Además, recolectarlo y saborearlo directamente, para quien le guste sus contrastes de sabores entre su piel y pulpa es todo un majar.
Su recolección puede ser de diferentes formas según tengamos previsto su utilización. La clásica es recolectarlos unitariamente tal y como recolectaríamos cualquier cítrico, cortando con unas tijeras a ras de su pedúnculo para evitar que este pueda dañar su piel cuando estén juntos en el cesto.
Otra forma es cortar los frutos de forma individual dejando 2 ó 3 hojas unidas al tallo. Esta modalidad queda muy decorativa cuando los presentamos en una bandeja de postre en la mesa o cuando queremos ofrecerlos como regalo ya sean solos o acompañando a otros cítricos.
También podemos recolectarlos en ramas con varios frutos. Esta modalidad es muy efectista en decoración sobre la mesa.
En todos los casos, los frutos de kumquat se conservan y mantienen bien durante bastante tiempo gracias a su gruesa corteza.
El consumo del kumquat
El fruto del kumquat se consume entero: su piel es comestible y curiosamente es dulce, siendo su interior algo más amargo-ácido, al contrario que el resto de cítricos. De hecho, existen determinadas variedades de las que sólo se consume su piel.
Posee propiedades antioxidantes gracias a los carotenoides (ácido oxálico, tartárico, málico y cítrico) y como pertenece a la familia de los cítricos, es rico en Vitamina C, potasio y ácido fólico. En menor medida contiene gran cantidad de minerales y oligoelementos como magnesio o calcio y aporta una buena cantidad de fibra.
Usos del kumquat
Si ya hemos dicho que se consume entero, la verdad es que el kumquat también es un cítrico perfecto para la elaboración de mermeladas, confituras, salsas,… incluso bebidas alcohólicas.
En España aún no, pero en otros lugares existe toda una cultura del kumquat dentro del mundo de la alimentación. Con estos frutos se pueden preparar deliciosas salsas para carnes similares al chutney con kumquat, naranja, miel, sal, manteca y especias. Con la maceración de estos frutos con aguardiente se obtiene el aromático Licor de Kumquat. También se puede preparar un delicioso almíbar cociéndolo lentamente. En mermelada aporta un toque ácido, a la vez que amargo. Si se dejan hasta que pierdan algo de su humedad adquieren un sabor más rico. También se puede preparar en encurtidos con vinagre y salmuera…
Un ejemplo de la importante industria de los kumquats es que se comercializan hasta enlatados, si bien normalmente se exportan desde Taiwán y sirven a menudo como postre.
Así, si tenemos un kumquat en nuestro huerto urbano difrutemos al máximo de él ya sea consumiendo sus frutos frescos como preparando tantas recetas y variantes como se nos ocurran.