¿Qué necesito para tener mi huerto urbano? Esta es una pregunta muy razonable que podemos hacernos a la hora de plantearnos tener uno en nuestra terraza, balcón o jardín. La verdad es que no debemos tener miedo ya que en el mercado encontraremos muchísimos productos y herramientas para gestionarlo perfectamente.
Para tener una visión general, sin la necesidad de tenerlos todos, por una parte disponemos de los que podemos catalogar como productos: macetas y jardineras, sustratos, fertilizantes, material de riego (mangueras, regaderas, tuberías de riego, programadores…), rafia, tutores, productos fitosanitarios, bandejas para semilleros, semillas, etiquetas, planteles, etc.
Por otra están las herramientas y estas dependerán en cierta medida del tipo de huerto urbano que tengamos. Si es un huerto de jardín seguramente necesitaremos una carretilla, azada, rastrillo, tijeras de podar, una mochila para pulverizar, un compostador… e incluso podemos llegar a disponer de pequeña maquinaria como por ejemplo un motocultor para remover la tierra. Si el huerto es de terraza o balcón, las herramientas serán todas manuales y muchas de ellas algo más pequeñas que en el caso anterior.
A todo ello hay que sumar la ‘información’: libros, internet, asesoramiento de los responsables de puntos de venta especializados… canales que nos ayudan a conocer las particularidades de las especies a cultivar y el manejo de estos productos y herramientas antes referidos. No olvidemos que estamos ante plantas… seres vivos, con sus necesidades básicas propias de cada una de ellas y conocerlas nos ayudará a conseguir el éxito en su cultivo. Hay muy pocas cosas tan gratificantes como ver que nuestras plantas crecen esplendorosas con nuestros cuidados, hasta el extremo que nuestro estado emocional se enaltece e incluso percibimos que sus frutos nos saben mejor.
Productos y herramientas para mi huerto urbano de jardín
Esta modalidad de huerto urbano suele realizarse directamente sobre el terreno del jardín, por lo que sustratos y recipientes pueden no ser necesarios.
Como la superficie de terreno cultivable suele ser mayor, podemos cultivar árboles frutales con más facilidad. La tierra de jardín también es más abundante y por lo tanto los cuidados asociados al riego y fertilización son menores: es lo más parecido al cultivo tradicional que realizan los agricultores.
También podemos cultivar más especies y por supuesto tener el lujo de hacerlo en mayor cantidad, lo que nos permite jugar con incrementar y experimentar con distintas variedades de forma simultánea. Así, podemos valorar la respuesta de cada una de ellas e ir seleccionando en el tiempo las más adecuadas, tanto para nuestro huerto como para los gustos de familiares y amigos que comparten los resultados del cultivo.
A mayor superficie, como ya avanzábamos, los trabajos de remover la tierra o realizar tratamientos fitosanitarios por ejemplo, permiten disponer de pequeña maquinaria agrícola que nos lo faciliten. Los fabricantes de estos equipos lo tienen en cuenta para estas necesidades tan particulares y los fabrican para tal fin, por lo que su manejo es muy cómodo y su precio de compra muy asequible. Podemos hacernos la pregunta de ¿Qué motoazada o motocultor comprar? y la respuesta es más sencilla de lo que parece.
Productos y herramientas para mi huerto urbano de terraza o balcón
La gestión de un huerto urbano en plena ciudad y normalmente en un edificio con vecinos, requiere de un manejo más comprometido. Los ubicaremos en nuestra terraza o balcón por lo que suele haber una superficie más limitada.
Tenemos que tener en cuenta las normas de convivencia y regar a las horas consensuadas para evitar molestias, la seguridad que algún fruto como por ejemplo un tomate no caiga a la calle, o por ejemplo el peso de las jardineras y macetas que soporta el balcón, dado que tendemos a tamaños mayores que cuando cultivamos plantas ornamentales. Estas, junto con el sustrato y agua de riego soportada suelen pesar más.
Para este tipo de huertos urbanos se han desarrollado eficaces mesas de cultivo, algunas de ellas con diseños pensados para los más pequeños de la casa y por lo tanto ideales para disfrutar los cultivos como un juego. También son muy válidos para los más mayores, puesto que las plantas pueden ser manejadas a cierta altura y por lo tanto con más comodidad.
Los tamaños de macetas y jardineras deben ser adecuados a las plantas a cultivar. En el caso de lechugas, rúcula, cebollino o rabanitos, bastará disponer de unos 15 centímetros de profundidad de sustrato, mientras que para unas berenjenas, tomates, pimientos o habas debemos situar los 30 centímetros como referencia. ¿Podemos cultivarlas con menos sustrato del ideal…? Sí, pero controlando mejor el riego y abonado.
La elección del sustrato es muy importante. En él se desarrollarán las raíces y sus propiedades físicas (porosidad, textura, capacidad de retención de agua, etc.) influirán de forma decisiva. En este caso, también las empresas fabricantes se han implicado poniendo en el mercado sustratos especiales para el huerto urbano y además, con diferentes tipos según las plantas a cultivar.
Algunas de las herramientas como azadas o rastrillos no hacen falta y otras como tijeras, trasplantadores, regaderas, etc. las necesitaremos y las encontraremos con un diseño mucho más cuidado, hasta el extremo que parecen elementos decorativos.
En un huerto urbano de terraza o balcón, la información específica de cada especie es un factor muy valioso. Conocer las necesidades de cultivo de una lechuga, espinaca o cualquier otra planta, nos permite perfeccionar el manejo de su cultivo: época de siembra o plantación, elección del recipiente y sustrato, frecuencia de riego, tipo de fertilización, poda, control fitosanitario, etc. y como consecuencia, sabremos qué productos y herramientas podemos necesitar para facilitar estas tareas. Un cultivo bien gestionado nos garantiza su éxito y con ello disfrutaremos de satisfacciones personales además de mejores producciones, que compartiremos con nuestros seres más queridos.