El Plátano de Canarias es una fruta única y un alimento imprescindible en la gran mayoría de hogares por sus propiedades y calidad. Su forma es alargada y un poco curva. Su piel es lisa y amarilla contiene motitas que pueden ir del color marrón parduzco al negro.
El Plátano de Canarias con Indicación Geográfica Protegida IGP, pertenece a la variedad Cavendish de la especie Musa acuminata Colla (AAA) y está destinado al consumo en fresco.
El plátano de Canarias es dulce al paladar, sus inconfundibles motitas o manchas y su olor característico llamado “impacto plátano” por la riqueza en acetato de isoamilo y hexyl butanoato lo diferencian del resto.
Estas motitas oscuras en la piel son debido a la gran actividad de las enzimas polifenoloxidasa y peroxidasa y no le restan calidad al producto, más bien al contrario, sirve para que el consumidor junto con el sello IGP sepa diferenciarlos del resto.
Su piel es verde en el momento de la recolección y se torna de color amarillo intenso cuando está listo para el consumo. El interior de la fruta presenta tonalidades crema, blanco marfil o amarillento.
Su textura es compacta por lo que ofrece una peculiar resistencia al morder, pero es a su vez suave y jugosa. Tienen un tamaño medio de 14 centímetros de longitud y 3,5 cm de grosor.
Es bajo en almidón y tiene un gran contenido de azúcares por lo que posee un alto valor nutritivo, aporta vitamina C y B6, así como ácido fólico. Es rico en minerales como el potasio, zinc, calcio, fósforo y magnesio.
El clima de las Islas Canarias es subtropical y suave, por lo que favorece que el fruto permanezca en la planta aproximadamente durante 6 meses, lo que le suma una mayor madurez, sabor y aroma. Los terrenos donde se cultivan, está situados por debajo de los 500 metros sobre el nivel del mar.
Su cultivo es totalmente tradicional, data desde 1884 y está realizado por pequeños productores de seis de sus siete islas. El Hierro, La Gomera, La Palma, Tenerife, Gran Canaria y Lanzarote.
Las fincas dedicadas al cultivo del plátano de Canarias lo hacen de manera artesanal, por lo que lo convierte en un cultivo sostenible, cumpliendo los requisitos en materia de seguridad alimentaria y laboral.
El plátano de Canarias es el único que tiene reconocido en la UE el sello de Indicación Geográfica protegida (IGP), pudiendo ser comercializarlos bajo este sello sólo aquellos registrados en la IGP.
En enero del año 2010 Asprocan presento la solicitud inicial ante el Instituto Canario de calidad Agroalimentaria (ICCA), a su vez se presentó ante el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino para la concesión de la protección nacional transitoria. El 14 de abril de 2011 se le concedió. Seguidamente en el año 2013 Europa reconoció su diferenciación y características propias otorgándole el sello IGP.
En España es una de las frutas más apreciadas y consumidas. Por su aporte de energía es muy consumido por las personas que practican actividad física de forma continua. Por su gran aporte de vitamina C que favorece el desarrollo de los huesos y la piel es ideal para el proceso de crecimiento en los más pequeños.
En cualquier rincón de España decir plátano es decir Canarias, esta unión entre territorio y producto lleva muchos años consolidada gracias al buen hacer de todas las personas que trabajan en este sector, ofreciendo un producto de altísima calidad y que está riquísimo.
Web de Plátano de Canarias: www.platanodecanarias.es