Cuando hablamos de materias activas en fertilizantes e insecticidas normalmente hablamos de productos químicos o minerales y rara vez de microorganismo. Sin embargo estos gozan cada día de mayor interés y como consecuencia directa, los podemos encontrar en más productos para el mantenimiento y cuidado del huerto urbano.
Cada día son más las empresas que investigan y desarrollan nuevos productos para poner a disposición del agricultor herramientas más respetuosas con el medio ambiente y entre ellas se encuentran los microorganismos en fertilizantes e insecticidas. Sin embargo hay quien tiene miedo o le causa rechazo cuando se habla de productos a base de microorganismos y sin embargo no tiene en cuenta que por ejemplo el pan, la cerveza, el vino o el yogur o muchos fármacos como la penicilina que consume no serían posible sin ellos.
Para situarnos hay que saber que en agricultura los microorganismos son imprescindibles para mantener la fertilidad del suelo, para desarrollar cultivos sanos y vigorosos. También que su aplicación ha demostrado ser una gran alternativa al uso de otros tipos de fertilizantes e incluso fitosanitarios.
¿Qué microorganismos se aplican en agricultura?
Cuando hablamos de microorganismos en agricultura y de forma general, nos referimos a diversos grupos de organismos como son las bacterias, cianobacterias, microalgas, protozoos, levaduras y hongos filamentosos. De todos ellos, las bacterias, levaduras y hongos filamentosos son los más utilizados en agricultura, tanto para su aplicación como fertilizantes o como fitosanitarios.
En su conjunto, el número de especies puede variar dependiendo de la fuente consultada, pero para hacernos una idea hay descritas unas 11.000 especies de bacterias y más de 100.000 de levaduras y hongos.
¿Cómo se encuentran formulados los microorganismos para la agricultura?
Cuando vamos al almacén agrícola, gran superficie, centro de jardinería o demás puntos de venta especializados, podemos encontrarlos en los lineales como cualquier otro fertilizante: concentrado soluble, suspensión concentrada, polvo soluble, polvo mojable o microcápsulas.
También es cierto que siguen siendo productos minoritarios en los lineales con respecto a los tradicionales. Hasta hace poco tiempo, no se les daba la importancia que tienen en agricultura y existía un gran escepticismo sobre su eficacia. Afortunadamente esto está cambiando y cada vez son más los productores que utilizan este tipo de preparados y están comprobando los resultados positivos de su aplicación como alternativa al uso de otro tipo de fertilizantes.
Aunque los microorganismos en sí no son fertilizantes en el sentido estricto de la palabra, son necesarios para una óptima fertilización.
¿Qué efectos tienen estos microorganismos en el suelo y en el vegetal?
Sus efectos son múltiples y complementarios. Por ejemplo intervienen en el ciclo biológico de diversos nutrientes. Algunos tienen la propiedad de solubilizar fosfatos y otros elementos presentes en la fracción mineral del suelo; otros fijan el N2 atmosférico y ponen estos nutrientes a disposición de la planta: Algunas especies producen sideróforos (compuestos quelatantes del Fe), haciéndolo disponible para el vegetal; Descomponen los restos orgánicos del suelo, humifican la materia orgánica y liberan los nutrientes haciéndolos asimilables por la planta; Los microorganismos de la rizosfera, excretan diversos nutrientes que son utilizadas por la planta, actuando, así como bioestimulantes; Incrementan la eficacia fotosintética y contenido de clorofila; Degradan contaminantes del suelo de diversa naturaleza química; Los hongos micorrícicos, además de proporcionar fósforo a la planta, aumentan la captación de agua, haciéndolas más resistentes a la sequía…
¿Cuáles son los microorganismos más adecuados en agricultura?
Se pueden establecer dos tipos según su uso: como fitosanitarios o como fertilizantes. Entre los microorganismos más adecuados para su uso como insecticida estarían, entre otros, el Bacillus thuringiensis o el Paecilomyces lilacinus.
En cuanto a los microorganismos utilizables como fertilizantes, existen multitud de trabajos sobre bacterias y hongos aplicables para la mejora de los cultivos y cada vez son más las publicaciones e investigaciones que se están haciendo sobre la ventaja de su uso, como alternativa a los insumos agrícolas utilizados hasta ahora. Además, quisiera destacar otra de las características de los microorganismos: su gran variedad de tipos metabólicos, es decir, cepas diferentes de una misma especie, pueden tener diversos usos y aplicaciones, aumentando así su potencial.
Entre los candidatos para su uso en fertilización, la lista es bastante extensa y en constante aumento. En principio destacaría diversas especies de géneros de bacterias (Pseudomonas, Bacillus, Lactobacillus, Azotobacter, Azospirillum, Rhizobium…), levaduras (Saccharomyces, Candida…) y hongos (Glomus, Trichoderma…).
¿Se pueden utilizar los microorganismos en un huerto urbano ecológico?
La respuesta sería que cualquier microorganismo, siempre y cuando no esté modificado genéticamente, es apto como insumo utilizable en agricultura ecológica… es más, una de las bases de la fertilización en agricultura ecológica consiste en fertilizar el suelo, no la planta. Pero también es cierto que previamente debe de está permitido por las normativas de fertilizantes.
El Reglamento (CE) 834/2007 del Consejo sobre producción ecológica lo deja bastante claro en su 12ª consideración preliminar: “La producción vegetal ecológica debe contribuir a mantener y aumentar la fertilidad del suelo, así como a la prevención de la erosión del mismo. Las plantas deben nutrirse preferiblemente a través del ecosistema edáfico en lugar de mediante fertilizantes solubles añadidos al suelo”. En él, en el Artículo 5 matiza: “…la producción ecológica estará basada en los siguientes principios específicos: a) el mantenimiento y aumento de la vida y la fertilidad natural del suelo, la estabilidad y la biodiversidad del suelo, la prevención y el combate de la compactación y la erosión de suelo, y la nutrición de los vegetales con nutrientes que procedan principalmente del ecosistema edáfico”.
Hay que recalcar que el componente más importante del ecosistema edáfico, al que hace referencia, es precisamente su flora microbiana.
¿Habrá más productos a base de microorganismos para la agricultura?
Cada vez son más los centros de investigación y grandes compañías que dedican gran cantidad de recursos económicos y humanos a la búsqueda de nuevos productos basados en microorganismos. Llama mucho la atención que las grandes multinacionales del sector agrícola están focalizando su atención en este tipo de preparados.
Una vez desarrollados, normalmente se orientan al mercado de la agricultura profesional y seguidamente entran en todas las especialidades del denominado ‘sector verde’, en el que por supuesto se encuentra el huerto urbano.
Francisco Soriano Pons
Para la elaboración de este artículo hemos entrevistado a Francisco Soriano Pons, Licenciado en Biología y que ocupa el cargo de director técnico de la empresa Biológicas Canarias S.L., empresa de investigación y desarrollo biotecnológico aplicado a la obtención de fertilizantes y bioestimulantes de origen natural. Esta firma fue fundada en 1999 y está asociada a AEFA desde febrero de 2005. Francisco Soriano ha ocupado el cargo de secretario de AEFA desde el año 2008 hasta 2012 y actualmente colabora con la asociación en la Comisión de Fertilizantes. También es profesor asociado en la Facultad de Veterinaria y Ciencias Experimentales de la Universidad Católica de Valencia (España), impartiendo clases en el Grado de Biotecnología.
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