Los pulgones en el huerto urbano es una de las plagas más populares y con que mayor frecuencia se presenta.
Los pulgones en el huerto urbano aparecen fieles a su cita a principio de primavera, especialmente los huertos urbanos de campo. El motivo es que se encuentran rodeados de terrenos en los que con total seguridad hay plantas huésped en las han pasado el periodo invernal.
Los hay de diferente tamaño y colores, respondiendo principalmente a la especie que se trate. Se describen por lo general como insectos de pequeño tamaño, de cuerpo blando, existiendo formas ápteras (sin alas) y formas aladas. Las primeras generaciones suelen se aladas con el propósito de aumentar su distribución e invasión de nuevas zonas de cultivo. Precisamente por ello, es muy importante controlarlos correctamente estas primeras generaciones, ya que evitaremos que la plaga prolifere velozmente y cause grandes daños en nuestras plantas.
Los pulgones en el huerto urbano atacarán prácticamente a todas nuestras plantas, ya sean frutales como hortícolas. Sólo algunas especies de aromáticas y plantas condimentarias se sueles librar de esta plaga tan universal.
El ciclo biológico de los pulgones en las plantas del huerto urbano es muy difícil de simplificar ya que poseen una biología bastante compleja, puesto que dada la diversidad de especies que siempre coexisten en cultivo, se puede dar el caso de tener varias especies de pulgones en él.
Generalizando, el primer periodo de actividad comienza con la llegada del buen tiempo, que puede ser entre los meses de marzo a mayo. A partir de aquí, su población crece exponencialmente llegando a crear grandes colonias que pueden provocar incluso la defoliación de las plantas y árboles, como es el caso del Almendro.
Los pulgones en las plantas prefieren colonizar los enveses de las hojas y las zonas terminales de los brotes, ya sean de hojas o florales. En cuanto a los daños de los pulgones en las plantas atacadas pueden ser tanto directos como indirectos.
Los directos son debidos básicamente a su alimentación, provocando la debilitación de la planta, deformaciones de hojas y tallos, así como la caída excesiva de hojas. En su conjunto, una merma de producción y de su calidad.
Los daños indirectos son la aparición de la mosca blanca que vienen atraídos para alimentarse de la melaza (sustancia azucarada que segregan los pulgones por sus sifones). La aparición del hongo llamado Negrilla que aparece sobre esta misma melaza, cubriendo las hojas e impidiendo la fotosíntesis, la respiración y ensuciando la planta. Y por supuesto, las tan temidas trasmisiones de virosis de unas plantas enfermas a otras sanas durante el proceso de alimentación de los pulgones.
Para el control de los pulgones en el huerto urbano, podemos utilizar trampas cromáticas, de cebo, productos biológicos, ecológicos y tradicionales.
También es muy útil tener en algunas zonas lindantes del huerto urbano plantaciones de especies que les atraigan especialmente a estas plantas. Un ejemplo de ellas son las Adelfas o el Maíz. De esta forma, detectaremos con rapidez los primeros ataques de pulgones y será el momento de emprender acciones para su control.
Al tratarse de plantaciones de las que nos alimentaremos, debemos extremar el plazo de seguridad en aquellos productos que así lo requieran.