Los usos de las plumas de ave en agricultura han estado presentes desde la antigüedad, desde el momento en que entró en escena el concepto de abonado. Sin embargo, en la actualidad se están desarrollando nuevos proyectos encaminados a nuevas aplicaciones, utilizando este producto como recurso en calidad de materia prima en un contexto de economía circulas.
En sus inicios, las plumas de aves se han incorporado como abonado en los campos, básicamente mezcladas junto a los excrementos, dando como resultado los famosos guanos, así como la gallinaza. Las plumas en sí, no eran la materia prima principal, aunque sí formaba parte del conjunto.
A día de hoy, la industrialización de la avicultura, orientada principalmente al sector cárnico, generan una gran cantidad de producto pluma, que más que ser considerado un residuo, se debe convertir en una materia prima para otras industrias, entre ellas, la agricultura.
La avicultura como fuente de plumas para la agricultura.
El igual que ha sucedido con otros productos, como la fibra de coco o la cáscara de arroz, la aparición de una nueva materia prima para su uso en agricultura, en estos casos para la elaboración de sustratos, uno de los requisitos que debe cumplir es que estén disponibles en cantidades suficientes para responder a esta nueva demanda para su consumo.
En el caso de las plumas de aves, esta proviene de la avicultura: actividad de criar y cuidar aves, además de su explotación comercial. Un término muy extenso que abarca subsectores conformados por distintas especies como gallinas, pavos, patos, codornices, etc.
Estos subsectores poseen nombres propios, como la gallinocultura que se dedica a la cría de gallinas; la meleagricultura para la cría de pavos; la anacultura para a la cría de ocas y patos; la coturnicultura dedica a la cría de codornices y otras pequeñas aves; la numidicultura para la cría de gallinas de Guinea; la colombicultura especializada en la cría de palomas: la estrutiocultura para la cría de avestruces; y la canaricultura en el caso de la cría de canarios. Por ejemplo.
Bioplásticos, biotextiles y sustratos a base de plumas de ave.
Bioplásticos, biotextiles, así como sustratos y espumas para uso en hidroponía, son líneas de desarrollo a base de plumas de ave como materia prima.
Proyecto UNLOCK.
Para ratificar la importancia de las posibilidades del uso de plumas en la elaboración de productos para la agricultura, debemos partir del proyecto UNLOCK: Desbloqueo de una bioeconomía de las plumas para productos agrícolas a base de queratina.
Y asociado a él, se encuentra AIMPLAS, Instituto Tecnológico del Plástico, que trabaja dentro del marco del proyecto UNLOCK en el desarrollo de nuevas espumas para cultivos hidropónicos sostenibles.
Fabricación de bioplásticos y biotextiles.
Una de las líneas es la fabricación de bioplásticos y biotextiles a partir de la queratina de las plumas.
Estas materias primas aportan propiedades y nuevas funcionalidades al producto final, como, por ejemplo, una capacidad de biodegradación ajustada a la duración de los cultivos, la aportación de nutrientes como el nitrógeno orgánico al suelo, la no generación de residuos al final de su ciclo de vida, además de tener un coste competitivo que lo haga viable empresarialmente.
Espumas para cultivos hidropónicos.
Otras líneas de desarrollo son las espumas para cultivos hidropónicos, y están lideradas por AIMPLAS (Instituto Tecnológico del Plástico), junto con Terra Aquática (fabricante de fertilizantes y sistemas hidropónicos).
Actualmente, las espumas de poliuretano son las más utilizadas, tanto para su aplicación en cultivos hidropónicos como en arreglos florales. Su baja densidad, bajo precio y buena retención de agua, son cualidades valoradas para su uso. Pero es cierto que, como material, puede contener químicos dañinos y es una fuente generadora de microplásticos.
Las espumas para cultivos hidropónicos aportan principalmente tres soluciones para diferentes aplicaciones:
- Los collares de clonación para esquejado o siembra. Son elementos en forma de disco compacto que permite sembrar o colocar una semilla sobre ellos y una vez germinada o enraizada la panta, continuar con su ciclo de cultivo.
- Los cubos de oasis. Oasis es conocido como marca comercial y que identifica claramente el producto. Son tablas o cubos, actualmente de poliuretano, que sirven como soporte para plantaciones hortícolas o para la configuración de arreglos florales.
- Un nuevo sustrato. Este viene a ser alternativo a otros como, por ejemplo, la perlita, con su propio método de manejo en cultivo.
Todas etas espumas tienen en común que están compuestas por la combinación de una matriz bioplástica, un agente espumante y la queratina extraída de las plumas.