La cebolla (Allium cepa L.) es una hortaliza con una larga historia, cuyo origen se sitúa en Asia Central, específicamente en las regiones de Irán y Pakistán.

Su cultivo se remonta a tiempos ancestrales, con evidencias que datan del 3200 a. C. en Egipto, donde era un alimento básico para los constructores de las pirámides.

El cultivo de la cebolla también se extendió por Grecia, Roma, China e India, y posteriormente, durante la Edad Media, se consolidó en los países mediterráneos, donde se seleccionaron variedades de bulbo grande que dieron origen a las cebollas modernas. Desde el Mediterráneo, la cebolla fue introducida en América, cultivándose allí desde al menos 1629.

Descripción botánica de Allium cepa L.

La cebolla pertenece a la familia Liliaceae (Liliáceas), actualmente clasificada dentro de las Amarilidáceas, y al género Allium, que comprende más de 500 especies, muchas de ellas con bulbos como órganos de almacenamiento.

Es una planta bienal, monocotiledónea y de polinización cruzada, cultivada generalmente como anual para la obtención de bulbos y como bianual para la producción de semillas.

Su sistema radicular es fasciculado, corto y poco ramificado, con raíces blancas que se regeneran continuamente. La profundidad de las raíces no suele superar los 30-60 cm, concentrándose la mayoría en los primeros 20-25 cm y a no más de 15 cm del bulbo.

El tallo es subterráneo, con entrenudos cortos y forma cónica, del que nacen las raíces y en cuyo ápice se forman las hojas.

El tallo floral, que emerge en el segundo año, es erecto, hueco y alcanza entre 80 y 150 cm de altura, presentando únicamente una espata que cubre la inflorescencia.

Las hojas son paralelinervias, sin pecíolo, compuestas por una vaina envolvente inferior y una parte superior hueca y redondeada. Las hojas inferiores, subterráneas, forman escamas que se unen al tallo por una amplia base. El conjunto de estas vainas forma el bulbo, un órgano de reserva donde se acumulan carbohidratos, constituido por capas blancas internas y vainas externas membranosas que actúan como protección.

La inflorescencia es una umbela que contiene entre 50 y 2.000 pequeñas flores hermafroditas. Estas flores presentan 6 tépalos (3+3), 6 estambres y un ovario con 3 lóculos y un estigma sobresaliente. Cada lóculo contiene 2 óvulos, lo que teóricamente permitiría la formación de hasta 6 semillas por flor.

El fruto es una cápsula con tres lóculos y las semillas son pequeñas (240-330 semillas/gramo) y de color negro.

Composición nutricional y beneficios para la salud de la cebolla.

La cebolla es un alimento de bajo valor calórico, con escasas proteínas, grasas e hidratos de carbono. Su valor nutricional reside en su contenido en fibra, flavonoides, potasio y compuestos azufrados.

Entre sus beneficios para la salud destacan sus propiedades diuréticas, que ayudan a eliminar toxinas y líquidos, siendo útil en casos de obesidad y retención de líquidos. También se le atribuyen propiedades beneficiosas contra el ácido úrico, la gota, la artritis y el reuma.

Los compuestos azufrados, como la aliina y la alicina (que se forma al cortar o machacar la cebolla), contribuyen a la reducción de la tensión arterial y poseen propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. Además, actúan como antibióticos naturales con acción bactericida. Los flavonoides, como la quercitina, se asocian con la prevención de enfermedades coronarias y el cáncer.

Importancia económica y distribución geográfica de producción de la cebolla.

La cebolla es un cultivo de gran importancia a nivel mundial, solo superado en producción por el tomate y las coles.

Se cultiva desde regiones subárticas hasta los trópicos, aunque se adapta mejor a climas subtropicales templados.

La producción mundial supera los 80 millones de toneladas, habiéndose triplicado desde 1990. En Europa, la producción se sitúa en torno a los 6 millones de toneladas, con un crecimiento del 50 % desde 1990.

China e India son los principales productores a nivel global, representando el 27 % y el 20 % de la producción mundial respectivamente. Otros productores importantes son Estados Unidos (4 %), Irán (3 %), Rusia, Egipto, Turquía, Pakistán y Brasil (2 % cada uno).

En Europa, Rusia lidera la producción (34 %), seguida por Holanda (22 %), España (20 %), Polonia (11 %), Alemania (8 %) y Reino Unido (6 %).

España dedica anualmente entre 22.000 y 23.000 hectáreas al cultivo de cebolla, con una producción que oscila entre 1 y 1,3 millones de toneladas. Castilla-La Mancha es la principal región productora, seguida por Andalucía, Castilla y León y la Comunidad Valenciana. La producción de cebolla tierna se concentra principalmente en Andalucía.

El comercio internacional de cebolla supera los 3 millones de toneladas, siendo Rusia, Japón y Estados Unidos los principales importadores. Holanda, India, México, China, España, Egipto y Estados Unidos son los principales exportadores.

El consumo per cápita en España se sitúa en 17 kg/año, mientras que países como Libia, Albania, Tayikistán, Uzbekistán y Argelia superan los 30 kg/habitante/año.

Perspectivas de futuro de la cebolla como hortaliza.

Las perspectivas para el cultivo de la cebolla apuntan a continuas mejoras en técnicas de cultivo, recolección y almacenamiento.

Se observa una tendencia a la especialización de las zonas de producción, buscando regiones con climas y condiciones que permitan optimizar los calendarios de producción y facilitar la mecanización, especialmente en el caso de la cebolla seca. Se espera que continúen las mejoras en material vegetal, riego, mecanización y organización comercial.

Fuentes:
Artículos publicados por Alfredo Miguel Gómez, Doctor Ingeniero Agrónomo.
Equipo de redacción de Elhuertourbano.net

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