Dentro del grupo de las legumbres, las judías son nativas del continente americano, más concretamente distintas fuentes la sitúan como vegetal domesticado en Perú en el periodo de la Edad de Bronce, aunque hay constancia anterior de este cultivo en México.
Las legumbres han estado presentes en casi todos los países del mundo desde hace siglos, siendo la judía una de las más populares y utilizada en todas las culturas.
Esta legumbre cuenta con infinidad de variedades de distintos tamaños y colores. Su nombre es muy distinto dependiendo del país, frijol, frijolito, ejote, caricos, habichuela, habones, fabas, fabes, mongetes, porotos y la popular adzuki que se cultiva en el extremo oriente, sobre todo en los principales países como China, Japón, Corea del Sur, India, Pakistán, Birmania, …
Las judías de El Barco de Ávila, amparadas con el sello de Indicación Geográfica Protegida (IGP), pertenecen a la familia Fabaceae o Leguminosae de la especie Phaseolus vulgaris.
La zona geográfica donde se cultiva está situada en plena Sierra de Gredos, al suroeste de la provincia de Ávila, que pertenece a la Comunidad Autónoma de Castilla-León. Se trata de la comarca que le da nombre a este producto tan exquisito, la comarca de El Barco de Ávila-Piedrahita.
Características agroclimáticas de las judías.
Su clima es continental, con inviernos secos y muy fríos, y veranos cortos, donde no suelen superar los 33 grados de temperatura y con escasas precipitaciones. La zona es montañosa con grandes cambios en altitud, así como en pendiente y orientación. Está situada sobre los 600 y 1200 metros de altitud y la atraviesan los ríos Tormes y Aravella.
Los suelos, de origen granítico, son arenosos y con un pH entre 4,5 y 6, lo que los convierte en suelos también ácidos. Su contenido en fósforo y calcio es bajo, pero es compensada por un contenido en nitrógeno y potasio variable y bastante materia orgánica, lo que le confiere una buena estructura. Todas estas características de este cultivo tradicional de las Judías de El Barco de Ávila IGP, le otorgan una suavidad especial, sabor exquisito y una fácil cocción.
Variedades de la Judía de El Barco de Ávila.
De esta rica legumbre se comercializan los ecotipos de siete variedades distintas.
- Blanca Riñón. Pertenece a la subespecie nanus. Su color es blanco y cuenta con un tamaño mediano de forma oblonga y arriñonada recta y semilena. Su sabor es muy suave al paladar.
- Blanca redonda. Como la anterior pertenece a la subespecie nanus con un tamaño medio, su forma es elíptica y de color blanco.
- Blanca Planchada. De tamaño mediano grande, su forma es arriñonada, recta y aplanada. Su color es blanco algo brillante.
- Judión del Barco. Pertenece a la especie Phaseolus multiflours Wild, de color blanco y tamaño muy grande.
- Arrocina, Son de color blanco y tamaño muy pequeño. Son muy ricas en hidratos de carbono. Se suele consumir en la misma zona donde se produce.
- Morada Larga. De color púrpura oscuro, su forma es arriñonada, aplanada y larga. Tiene un alto contenido en proteína y hierro.
- Morada Redonda. Pertenece a la subespecie voluvilis. Su color como la anterior es púrpura oscuro, de forma curvada y tamaño medio pequeño. Tiene un sabor excepcional, pero su producción es escasa.
Todas estas judías son de piel fina, lo que las hace menos pesadas que otro tipo de judías. Su sabor, textura y suavidad resulta excepcional al paladar.
Beneficios de incluir en nuestra dieta las judías.
Las judías secas o alubias son muy nutritivas y una gran fuente de energía porque contienen hidratos de carbono. No aportan muchas calorías, ya que no contiene apenas grasa, por lo que cocinadas de manera correcta pueden consumirlas personas que estén a dieta. No contienen gluten ni colesterol y son ricas en fibra.
Cuenta con minerales como el calcio, fósforo, hierro, potasio, yodo y zinc. Nos aportan también vitamina C y ácido fólico. Nos ayudan a combatir el estreñimiento por su alto contenido en fibra, previenen el cáncer de colón y son grandes aliadas de la piel, mejorando su aspecto gracias a su aporte en vitaminas del grupo B.
Recetas con Judías de El Barco de Ávila.
Las alubias o judías secas se deben de dejar a remojo entre 8 y 12 horas para que se hidraten y se cuezan correctamente. Además de facilitar la cocción, las hace menos indigestas. Este paso es mejor hacerlo la noche anterior. Una vez escurridas ya se pueden utilizar para el tipo de receta que vayamos a elaborar.
Son muchas las recetas que se pueden elaborar con las Judías de El Barco de Ávila y las formas de cocinarlas: guisadas o estofadas, potajes, en patés, ensaladas, cremas, guarniciones, hummus, para rellenos, acompañando caldos, arroces, carnes, verduras y cereales.
Algunas de las recetas más populares que se elaboran con judías son: la fabada asturiana, judías con chorizo, alubias con calamares en su tinta, alubias con almeja, pochas con codornices, ensaladas de pochas con bacalao, …
En el año 1989 la Judía de El Barco de Ávila fue la primera legumbre que obtuvo la Indicación Geográfica Protegida (IGP). Desde entonces están sometidas a los más rigurosos controles de calidad por parte del Consejo Regulador. Este se encarga de la certificación de todos los procesos, garantizando tanto el origen como la calidad de las mismas.
No se comercializan a granel, por lo que debemos rechazar todas aquellas que no se vendan envasadas y no lleven el sello de Indicación Geográfica Protegida IGP, así como la etiqueta numerada del Consejo Regulador.