El cebollino (Allium schoenoprasum L.) es una planta herbácea perenne aprovechable por sus tallos, aunque todas sus partes son comestibles. Su crecimiento a partir de un bulbo, forma matas de unos 25-30 cm de altura. Sus hojas son de color verde, ahuecadas, cilíndricas y muy delgadas, de 50 cm de largo aproximadamente y entre 2 o 3 mm. de ancho. Sus flores son de un bonito color rosa violáceo de forma de estrella. Su utilización debe realizarse antes de que salgan las inflorescencias rosáceas, ya que es en este momento cuando ha llegado al final de su ciclo.
Allium schoenoprasum L.
Su nombre científico es Allium schoenoprasum L. Pertenece a la familia de Liliaceae. Se le conoce popularmente como cebollino, puerro-junco, ciboulette, ajo pardo, ajo morisco, ajo de España. Es originaria de las regiones extremas del Norte, como son Siberia y Canada. En Europa se hizo popular en el siglo XIX, pero su cultivo comenzó a finales del XVI.
En cuanto a sus propiedades cabe destacar su acción diurética, antiséptica y relajante entre otras. Favorece la eliminación de cálculos renales y de vejiga aliviando los síntomas de los cólicos nefríticos.
Se suele emplear culinariamente, para revueltos, ensaladas, tortillas, acompañando quesos cremosos y de manera ornamental en infinidad de platos.
Siembra y plantación del cebollino
Se parte de siembra o división de mata. Un gramo de semillas de cebollino suele contener entre las 200 a 400 unidades según la variedad. La siembra se realiza enterrando la semilla sobre un centímetro.
Tras la germinación, su transplante puede realizarse durante todo el año, aunque la época óptima va desde mediados de marzo hasta finales de octubre. Los suelos deben ser húmedos, arcillosos con un rico contenido de materia orgánica. Entre surco y surco la distancia no debe superar los 40 cm. Y los golpes de plantación en los surcos tendrán una distancia aproximada de 10 centímetros entre ellos.
Requiere mucha luz y bastante agua, por lo que los riegos deben de ser frecuentes pero no muy abundantes. Los suelos deben estar bien drenados, con un pH aproximadamente entre 6 y 7. Se puede comenzar la siembra en pequeñas macetas donde colocar entre 5 y 8 semillas por un periodo de 4 a 6 semanas, momento para proceder al transplante.
Es recomendable aplicar compost o mantillo a la tierra antes del cultivo para que el suelo esté bien nutrido.
Recolección del cebollino
La recolección de sus hojas se realiza mediante cortes según se necesite, que puede ser desde la primavera hasta el otoño. Si ha entrado en fase de floración no se utilizarán los tallos florales. Las hojas se deben cortar dejando de 3 a 5 cm desde la base. Cuando tengan aproximadamente 15 centímetros es el momento ideal para recolectarlas.
Con el corte periódico se favorece la emisión de nuevas hojas. Si no, las hojas adultas se enduren y pierden calidad. El cebollino se expande y crece muy rápidamente. Se deben de dividir cada 3 años, para mantener la planta en un estado óptimo.
El cebollino favorece el crecimiento de las zanahorias y las rosas. Ahuyenta los pulgones.
Plagas y enfermedades del cebollino
La mosca de la cebolla y el trips son las plagas más preocupantes en el cultivo del cebollino. En cuanto a hongos, aparecerán si hay un exceso de humedad.