El anís es una planta anual de unos 60 centímetros de altura. De hojas verdes, desarrollo alterno y en estado adulto con recortes muy finos. Florece en verano con inflorescencias en umbelas compuestas en forma de paraguas invertido. Sus pequeñas flores son blancas que dan paso a sus semillas con forma ovalada y estriada.
Pimpinella anisum
El nombre de anís es su referencia más popular, también anís verde o matalahúga, pero su nombre científico es Pimpinella anisum L. y pertenece a la familia de las Umbelíferas (Umbelliferae – Apiaceae).
Siembra del anís
Su siembra se realiza a finales de la primavera, normalmente en línea (las semillas son colocadas sobre surcos previamente marcados), o a voleo directamente sobre el terreno de cultivo.
Para favorecer su germinación, conviene poner las semillas previamente en agua templada de 12 a 24 horas. Cuanto empiezan a hincharse deben ser sembradas en seguida. Una vez sembradas debe mantener la humedad del terreno para asegurar la germinación.
El tiempo de duración de un cultivo, desde que se siembra, cultiva, recolecta y se extraen sus frutos es aproximadamente de un 1 año.
Recolección del anís
Del anís se recolecta los frutos maduros y secos. Previamente las plantas se siegan, recolectándose durante los meses de agosto o septiembre, teniendo como referencia cuando el 50% de sus semillas han madurado.
Una vez cortadas las plantas, se cuelgan en un lugar oscuro, bien ventilado y seco para favorecer su secado. Ya secas, se golpean para que se desprendan sus frutos.
Necesidades para el cultivo del anís
Las necesidades para el cultivo del anís son las propias de una especie muy silvestre y rústica de clima cálido. No soporta los terrenos de cultivo encharcados o muy húmedos, por lo que sólo conviene regar cuando está en periodo de floración si coincide con un clima seco.
Requiere un clima templado, pero mejor si lo es templado-cálido, con muchas horas de sol. Por eso es un cultivo en campo centrado en la época más cálida del año. También es cierto le viene bien que el clima sea algo húmedo a la vez.
En cuanto al suelo, prefiere los arenosos, sueltos y ligeros, bien drenados y a la vez permeables, calizos y que por supuesto estén expuestos al sol y resguardados de los vientos fríos.
Plagas y enfermedades del anís
Las plagas y enfermedades del anís son muy pocas, dada la rusticidad de esta especie. Su mayor enemigo son los insectos: las orugas de lepidópteros y los pulgones.