La hierbaluisa es una planta que forma parte del grupo de tisanas y a la que se le reconoce importantes propiedades terapéuticas. Por ejemplo, es activadora de las funciones intestinales, es calmante, diurética, antidispéptica, antiespasmódica, carminativa, aperitiva, digestiva y ayuda con la sintomatología de los vómitos.
Pero hay más, también es aconsejada como relajante, para el estrés y en estados de decaimiento y es de ayuda en diversas dolencias como la de muelas y de cabeza.
En el campo culinario, la hierbaluisa es utilizada en la elaboración de ensaladas y pescados, espolvoreando sus hojas frescas picadas.
Sin olvidar sus usos en la industria farmacéutica, perfumería o licorería.
Lippia citriodora, Lippia triphylla o Aloysia citrodora
Su nombre más común es hierbaluisa, aunque también es conocida como cedrón, cidrón, verbena de Indias o verbena olorosa. Como nombre científico se le asocian las sinonimias Lippia citriodora, Lippia triphylla o Aloysia citrodora y pertenece a la familia Verbenaceae.
La hierbaluisa es un arbusto de hoja caduca que puede alcanzar los 2 metros de altura. Sus tallos son angulosos y rectos.
Sus hojas son de color verde claro, de forma lanceolada que desprenden un fuerte olor a limón.
Florece entre los meses de junio y octubre, con inflorescencias en forma de espiga. Sus flores son pequeñas, con tonalidades violáceas, en forma de estrella de cuatro puntas.
Siembra y plantación de la hierbaluisa
La reproducción más popular de la hierbaluisa es la forma vegetativa. Los métodos de multiplicación son mediante esquejado, acodado o división de mata.
La multiplicación por esquejes se basa en el corte de ramas jóvenes, tanto apicales como interdonales. Una vez enraizado se corta por debajo del nuevo cepellón y se plantan en maceta definitiva o sobre el suelo directamente.
Si se reproduce por acodo, se utilizan las ramas bajas de la planta madre, sobre las que, tras realizarles un corte, se envuelve con sustrato sobre un plástico para que enraíce por la zona de la herida. También se pueden curvar las ramas bajas de la planta, enterrando parte de ellas sujetándolas con horquillas. Se riegan abundantemente para conseguir su enraizamiento que tiene lugar en uno o dos meses. A continuación, se separa de la planta y se colocan en el terreno definitivo.
Por división de mata, se realiza a final del invierno, de una plantación adulta bien desarrollada. Se separa desgajando la planta mientras se procura que cada trozo lleve una parte de la raíz.
Recolección de la hierbaluisa
De la hierbaluisa se aprovechan sus hojas y flores.
La recolección se realiza en pleno desarrollo foliar, momentos antes de la floración, que según el momento se sitúa sobre junio y octubre.
El cultivo de la hierbaluisa puede durar hasta más de 15 años. Durante el primer año de cultivo, normalmente sólo se obtiene un corte. A partir del segundo año, lo habitual es realizar dos cortes en los meses de junio y octubre. Son cortes más bajos que el primero por lo que la cantidad recolectada es mayor.
Necesidades para el cultivo de la hierbaluisa
Para el cultivo de la hierbaluisa, se necesita un riego constante, sobre todo en épocas de calor, no dejando nunca que el suelo se seque.
Al margen de ello, hay que evitar el encharcamiento porque la hierbaluisa es propensa a tener problemas radiculares por exceso de agua.
Requiere un clima templado, e incluso algo cálido. Crece bien en todas las regiones si está protegida del frío en invierno y recibe mucho sol.
Le gustan las tierras fértiles, aireadas y con buen drenaje. Es importante que esta tierra tenga un buen nivel de materia orgánica que asegure una cierta humedad.
Plagas y enfermedades de la hierbaluisa
Durante el cultivo de la hierbaluisa no se suelen presentar problemas fitosanitarios de interés especial. Tan solo hay que prestar atención al encharcamiento que produce la podredumbre de las raíces y como enfermedad a la roya, hongo que puede presentarse en septiembre.