Disponer de un huerto urbano en el jardín nos proporciona un entretenimiento vinculado con el ocio saludable y la posibilidad de degustar los frutos obtenidos… siendo uno de los grandes placeres que además se disfruta tanto con la familia, como con los amigos.
No debemos olvidar que cultivar la tierra, históricamente supuso un hito en la evolución del ser humano, marcando uno de los signos de su inteligencia. Quizás por ello, podemos afirmar que contar con un huerto urbano en el jardín es tener algo más que disponer de un terreno donde cultivar flores, hortícolas y frutales.
Cuando se habla de huertos urbano en general es como hablar de un genérico, cuando en realidad, estamos ante diferentes modalidades de huertos con métodos de desarrollo propio. Así, cuando en esta ocasión hablamos de huerto urbano en el jardín, estamos refiriéndonos a una zona habilitada de cultivo en un espacio tradicionalmente considerado para el ocio, la contemplación, el descanso, la relajación… y por lo tanto, debemos tener en cuenta determinadas pautas para integrarlo de forma armoniosa.
Cómo hacer un huerto urbano en el jardín
Es evidente que tendremos que plantearnos su ubicación, sus dimensiones, qué materiales necesitaremos para su gestión y mantenimiento… y por supuesto su integración con el conjunto de la vivienda y el jardín.
Dimensiones de un huerto urbano de jardín
Estas irán tanto en función de la superficie total que dispongamos en el jardín como, la dimensión que deseemos darle en el caso de disponer de espacio de sobra.
La mínima se puede establecer en una parcela de 3 X 4 metros. Con ella, bien gestionada, podremos tener suficientes hortalizas para una familia de 4 personas prácticamente durante todo el año.
Ubicación de un huerto urbano de jardín
Indudablemente siempre debe de ser en la zona más soleada del jardín y para ello evitaremos la influencia de la fuerte sombra de la casa, tanto propia como las vecinas. Sin olvidar la proyectada por los grandes árboles ornamentales que pudiesen existir en sus proximidades.
Decidiremos si deseamos que esté directamente a la vista desde la zona de descanso en la terraza, o camuflado visualmente mediante un seto en su defecto, no porque este sea feo, sino porque el jardín esté concebido básicamente como contemplativo.
Sin olvidar las necesidades de los componentes de la familia. Los más pequeños de la casa suelen demandar amplias zonas verdes, juegos infantiles… mientras que los familiares mayores optan por un jardín más de reposo y descanso.
Herramientas necesarias en un huerto urbano de jardín
Para su correcta gestión, necesitaremos diferentes herramientas y materiales, necesarios para su cultivo y mantenimiento. Por lo tanto, pensemos que necesitaremos un lugar donde guardarlos, teniendo presente que debe de ser un lugar seguro, sobre todo protegido al acceso de los niños.
Una azada, una pala, un legón, un rastrillo, unas tijeras de podar, un trasplantador, un cultivador manual, mochila de pulverizar, una carretilla, un almocafre, una bielda, una regadera, una manguera, una cuerda y unas estaquillas para dirigir y tensar, pueden ser las básicas para superficies pequeñas. Para mayores ya se justifica la maquinaria eléctrica o de motor para tratamientos fitosanitarios y para trabajar la tierra.
Fertilizantes para un huerto urbano de jardín
Las plantas también comen y necesitaremos algunos abonos complejos para incorporarlos al terreno como abonados de fondo y otros del tipo cristalinos solubles o directamente líquidos para su aplicación durante el cultivo. En cuanto a la cantidad y características de los mismos dependerán tanto de los gustos personales como de los cultivos y épocas del año.
Fitosanitarios para la sanidad de un huerto urbano de jardín
Las casas con jardín suelen estar rodeadas de terrenos con vegetación y con ello se encuentran expuestas a las naturales invasiones de plagas y enfermedades.
Aunque una planta esté bien fertilizada, cultivada en su tiempo y al aire libre, es cierto que será más fuerte y aunque no presente demasiados problemas, lo normal es que se vean afectadas en algún momento de su cultivo.
Lo recomendable es comprar los productos según se tenga la necesidad y realizar los tratamientos sólo en caso necesario.
El que el huerto en el jardín pueda ser ecológico o no, todo dependerá de nuestra decisión ya que esta conlleva el método de su gestión.
Zona de frutales y de hortalizas
Zona de frutales: Si deseamos que contenga frutales, la zona destinada a ellos es muy importante y debe de ser la que posea mayor profundidad del terreno, mínimo 50 centímetros.
Tendremos presente que el espacio individual final por árbol debe de estar previsto ya que su estado adulto llegará a partir del tercer o quinto año y no habrá posibilidad fácil de traslado.
La zona de frutales es una de las más tranquilas del huerto en el jardín, con pocas necesidades de trabajo, distribuidas en momentos concretos y a lo largo del año. Pero recordemos que algunas especies necesitan un mínimo de dos ejemplares para su correcta polinización y por lo tanto para asegurar la cosecha.
Zona de hortícolas: Sabiendo que la mayoría de las plantas hortícolas tienen una vida útil de entre tres a seis meses, será una zona mucho más dinámica y con necesidad de cuidados casi semanales.
Las especies hortícolas a cultivar son bastante concretas y están muy condicionadas al gusto de sus propietarios.
Las hay que se cultivan mediante la siembra directa en el huerto como por ejemplo las habas, los guisantes, los rabanitos, las zanahorias… y las que es mejor partir de semillero previo como los tomates, las berenjenas, los pimientos, etc.
Si hacemos grupos según la parte de la planta que consumiéremos, estableceremos:
- Hortalizas de hoja como la lechuga, acelga, espinaca, apio…
- Hortalizas de flor como la coliflor, brócoli, alcachofa, romanesco…
- Hortalizas de raíz, bulbo y tubérculo como la zanahoria, rábano, patata, cebolla, ajo…
- Hortalizas de fruto y legumbres como el tomate, pimiento, calabacín, melón, guisante, haba, etc.
Al margen de todo ello, para sacarle el máximo partido a nuestro huerto urbano en el jardín, debemos tener en cuenta tanto la estacionalidad del año como las rotaciones adecuadas del cultivo dentro de la parcela. En el primer caso nos beneficiaremos del correcto desarrollo de las plantas y en el segundo, evitaremos sobre todo enfermedades, problemas endémicos y agotamiento del terreno.
Y por último, tengamos en cuenta el escalonado de las siembras y plantaciones, para disponer de productos en las cantidades adecuadas durante el mayor tiempo posible en nuestro huerto de jardín, para que sea la despensa más natural y saludable de la casa.
Quiero aprender porque quiero dedicarme en mi jubilación a un huerto urbanos de hortalizas.