Tanto en la mayoría de huertos como en las nuevas plantaciones de almendros, el riego tiende a estar presente y con ello la fertirrigación. De esta forma se asegura en gran medida una mayor rentabilidad del cultivo. Por supuesto para ello también se tienen en cuenta otros factores técnicos como la poda, estado fitosanitario, etc.
El sistema de riego por goteo localizado puede ser tanto en superficie como enterrado. Estos goteros suelen ser de bajo caudal (1-2 l/hora) colocados a una distancia inferior a 1 m, para que se junten los bulbos mojados, siendo también habitual poner 2 líneas de goteo por fila a partir del segundo, tercer año, todo ello con el objetivo de aumentar la superficie del suelo mojada. Estos riegos también están dentro de un plan como apoyo a las deficiencias hídricas que se puedan presentar a lo largo del año como consecuencia de falta de pluviometría.
Con la fertirrigación se puede establecer un adecuado plan de abonado del almendro, teniendo en cuenta las propiedades físicas y químicas del suelo, la carga de cosecha, el estado nutritivo del árbol, fijado por análisis foliares y de suelo.
Destacar que la aparición del riego en el almendro ha supuesto también un cambio en la estrategia de su cultivo, eligiendo variedades más productivas e intensificando su plantación, llegando a ser en ocasiones hasta cinco veces más densas.
Programa de abonado del almendro
Así, un buen programa de abonado del almendro puede acercarnos al potencial de su producción máxima, en ocasiones muy lejos de las obtenidas en un cultivo tradicional. Edad del árbol, su estado fenológico, las condiciones físico-químicas del suelo, las características climatológicas de la zona de cultivo, etc. análisis de suelo y foliares, características, momento y dosis de los fertilizantes y bioestimualntes agrícolas utilizados, etc. configuran un todo para obtener máximas producciones.
Los análisis nos permitirán saber posibles deficiencias que aún no se están manifestando y con ello actuar en consecuencia.
Si el cultivo es de secano, el abonado se reduce básicamente a la aportación de enmiendas orgánicas a suelo y trabajo de laboreo. Muy distinto cuando se puede trabajar mediante fertirrigación y con apoyo de fertilizaciones foliares.
Fortalecimiento del sistema radicular
Un momento de actuación importante es al inicio de la brotación para actuar en el fortalecimiento del sistema radicular, ya que este va a jugar un papel vital en la absorción de nutrientes. En el plan de abonados del almendro desarrollado por JISA recomiendan el Libamin Radicular, un activador radicular formulado a base de NPK con microelementos y con aminoácidos.
Un suelo vivo
Un suelo no solo debe de ser un almacén de nutrientes, sino que estos deben estár a disposición del árbol cuando los requiera. Pero para que esto sea así, sus condiciones fisicoquímicas y nivel de microorganismos deben estar dentro de unos niveles aceptables: La vida del suelo es fundamental. La aplicación de productos como Humilig 25 plus formulado con ácidos húmicos y fúlvicos procedentes de leonardita permite aumentar la capacidad del suelo para retener los elementos nutritivos necesarios porque mejora la estructura del suelo, amortigua el pH del suelo y favorece la actividad microbiana que lleva a cabo los procesos de descomposición de la materia orgánica.
Ante condiciones medioambientales adversas
Aunque el almendro se adapta bastante bien a condiciones medioambientales adversas en las que soporta relativamente bien el frío y calor extremo, si se le aplica en fertirrigación a lo largo del ciclo de cultivo un fertilizante órgano-mineral NPK 4-3-4 y bioestimulante vegetal de acción rápida en formulación líquida como por ejemplo el Furdos, se le ayudará a que el árbol aumente su tolerancia y a que supere mejor las consecuencias del estrés hídrico provocado por las temperaturas extremas y la sequía. Resultado: un aumento del rendimiento del cultivo del almendro.
Fortalecer el desarrollo vegetativo del almendro
Un árbol fuerte es un árbol más sano y si además es frutal, también es más productivo. Esta máxima se materializa muy bien en frutales como el almendro y para que esto sea así se recomienda realizar como apoyo al abonado de suelo, fertilizaciones vía foliar con productos bioestimulantes agrícolas y formulados específicos de rápida asimilación. Y para que su resultado sea óptimo estos deben aplicarse según la fase fenológica que corresponda. Así se recomienda:
- Para fortalecer el desarrollo vegetativo del cultivo aplicar tratamientos foliares con aminoácidos de origen vegetal (Vegetamin 24).
- Para garantizarnos un gran número de frutos cuajados es recomendable aplicar un corrector de zinc y manganeso preferentemente complejados (Nutrijisa Zn-Mn) en pre-floración.
- Para asegurar una buena polinización y un cuaje homogéneo de frutos, aplicaciones con un buen inductor de floración y cuajado de frutos (Cuajemax – abono sólido NPK 3-32-12 con boro, molibdeno y extracto de algas).
- Para preparar el aumento de calibre de la drupa tierna, la diferenciación de las yemas florales del año siguiente y prepararlo para la campaña siguiente, se puede aplicar un bioestimulante agrícola con efecto osmoprotect (como Glybet), siendo ideal efectuar su tratamiento durante la época de mayor calor.
- Para adelantar y homogeneizar la cosecha, se puede aplicar potasio que sea absorbido por el árbol a través de las hojas de forma muy rápida (Jisafol Fattening), como también potasio de rápida asimilación con efecto osmoprotector junto con aminoácidos (Top-k) en fertirrigación en el momento de mayor requerimiento del cultivo para mejorar el peso y la calidad del fruto final.
- Mediante el abonado también se puede actuar sobre la sanidad del almendro. Por ejemplo, para contribuir en la prevención de moniliosis, cribado, lepra o abolladura del almendro son muy efectivas las aplicaciones foliares a base de un formulado a base de cobre complejado (Cupronato).
Pero la cosecha no es el final del cultivo sino el comienzo de otro y como podemos observar, una vez recolectada la almendra, el árbol sigue con hojas y es el momento ideal para empezar a pensar en la próxima campaña. Y lo mejor es realizar algunos tratamientos con Bioestimulantes para floración y cuaje con productos que contengan extracto de algas y aminoácidos (Jisamar) para asegurarnos las reservas destinadas a nutrir a las nuevas yemas ya diferenciadas en este periodo. Y también son efectivos formulados correctores de carencias (Jisafol N-control, Nutrijisa Zn y Nutrijisa B) para evitar cualquier deficiencia en estos elementos y microelementos con el fin de que el almendro inicie su próximo ciclo de desarrollo en perfectas condiciones.
Como se puede apreciaren este artículo nos hemos permitido incluir marcas comerciales como Libamin Radicular, Humilig 25, Furdos, Vegetamin 24, Nutrijisa Zn-Mn, Cuajemax, Glybet, Jisafol Fattening, Top-k, Cupronato, Jisamar, Jisafol N-control, Nutrijisa Zn y Nutrijisa B para constatar que existen productos fertilizantes desarrollados de alta calidad con resultados contrastados que bien gestionados son una guía de abonado del almendro que ayuda de forma decisiva a obtener calidades y producciones más elevadas.