Las frutas exóticas cultivadas en España alcanzan cada año mayores cuotas de mercado, tanto para su consumo interior como para la exportación. Algunas de estas frutas, estarían asociadas a esas frutas raras en el comercio español, tal y como las denominan muchos consumidores.
España es conocida por su rica tradición agrícola mediterránea y que no deja de avanzar en la incorporación de nuevos cultivos. Más allá de los cítricos, olivares y vid, el campo español se abre a un abanico de sabores tropicales y exóticos. Cultivos como el aguacate, el mango, la papaya y la pitahaya, por ejemplo, antes relegados a importaciones lejanas, encuentran ahora un hogar próspero en España.
Cultivos exóticos impulsados por la demanda de consumidores y apoyados por avances en técnicas de cultivo.
Este auge no es casualidad. Agricultores innovadores, impulsados por la demanda de los consumidores y apoyados por avances en técnicas de cultivo y adaptación al clima, están demostrando que España tiene el potencial de ser un referente en la producción de frutas exóticas de alta calidad.
A continuación, exponemos ejemplos de las especies que mejor se adaptan al clima español, partiendo que goza de distintos microclimas, y más cuando se contemplan los de la península junto con los de las Islas Canarias, las cuales han sido pioneras en estos cultivos.
El aguacate, el oro verde de la costa tropical.
El aguacate también reconocido como el oro verde de la costa tropical española. Aunque México, Estados Unidos y otros países latinoamericanos lideran la producción mundial de aguacate, España se ha consolidado como un actor relevante en el mercado europeo.
Las costas de Málaga y Granada, beneficiadas por un microclima subtropical, concentran el 90% de la producción nacional. Canarias, con su clima privilegiado, aporta el 10% restante, demostrando el potencial de España para cultivar esta fruta altamente demandada.
El Kiwi, de Nueva Zelanda a Galicia, un viaje de éxito.
El kiwi, originario de China y popularizado por Nueva Zelanda, también ha encontrado un lugar próspero en España. Galicia, pionera en su cultivo desde 1969, se erige como la principal región productora, aprovechando su clima atlántico y suelos fértiles.
Asturias, con condiciones similares, también ha apostado por este cultivo, contribuyendo a la diversificación de su sector agrícola. La Comunidad Valenciana también se ha sumado a su cultivo, aportando, en su conjunto, no solo una mayor producción, sino también ampliando su periodo comercial.
La papaya, el sabor tropical del sur de España.
La papaya, fruta tropical originaria de Centroamérica, se ha adaptado con éxito a las condiciones climáticas del sur de España. Almería, Málaga, Granada y Murcia destacan como zonas productoras, gracias a su clima subtropical semiárido, caracterizado por veranos secos e inviernos suaves.
Este entorno favorable permite obtener papayas de excelente calidad, satisfaciendo la creciente demanda de los consumidores. Canarias también participa en su cultivo.
El mango, el rey tropical de la costa andaluza.
El mango, con su pulpa jugosa y dulce, ha encontrado en el clima subtropical de Málaga y Granada su hábitat ideal. La variedad Osteen, originaria de Florida y predominante en España, representa más del 80% de la superficie cultivada.
Con un peso medio de 350 a 550 gramos, estos mangos andaluces son una joya de la producción europea, demostrando la capacidad de adaptación de nuestros agricultores a cultivos exigentes.
La pitahaya, la fruta del dragón desembarca en el mediterráneo.
La pitahaya, también conocida como fruta del dragón, con su aspecto exótico y llamativo, se ha ganado un lugar en los campos de Málaga, Almería y Granada. Su pulpa, de textura similar al kiwi, ofrece un sabor refrescante y dulce.
Los agricultores andaluces han sabido aprovechar las condiciones climáticas favorables para cultivar esta fruta, que seduce a los consumidores por su originalidad y propiedades nutritivas.
La guayaba, un tesoro tropical en la costa granadina y malagueña.
La guayaba, originaria de América, Asia y Oceanía, encuentra en los municipios de Motril, Salobreña, Almuñécar, Jete, Nerja y Vélez-Málaga un entorno propicio para su cultivo.
Los agricultores de la zona han sabido adaptar sus técnicas para producir guayabas de alta calidad, satisfaciendo la demanda de un público cada vez más interesado en sabores exóticos y saludables.
El chirimoyo, un clásico de la costa granadina y malagueña.
La chirimoya, una fruta de sabor dulce y textura cremosa, es un clásico de la costa tropical de Granada y Málaga por ser su principal zona de producción en Europa y uno de los cultivos exóticos cultivados en la península.
Este fruto, originario de los Andes, se ha adaptado perfectamente al clima subtropical de esta región española, en concreto en los municipios de Motril, Salobreña, Almuñécar, Jete, Nerja y Vélez-Málaga. La variedad «Fino de Jete» es especialmente apreciada por su calidad y sabor excepcionales.
Más frutas exóticas cultivadas en España.
Como vemos, es cierto que España está experimentando un auge en el cultivo de frutas exóticas. Además de los que ya hemos mencionado y para verlo en mayor globalidad, podríamos incluir como ejemplos algunos de los siguientes.
El níspero. Aunque a menudo se considera una fruta tradicional, el níspero tiene su origen en China y se ha adaptado muy bien al clima mediterráneo español, especialmente en la Comunidad Valenciana y Andalucía. Es un cultivo con una gran importancia económica en estas zonas.
El caqui. También originario de Asia, el caqui se cultiva con éxito en España, principalmente en la Comunidad Valenciana. Su sabor dulce y su textura única lo hacen cada vez más popular entre los consumidores.
El pistacho. Aunque no es una fruta, sino un fruto seco, el pistacho es un cultivo emergente en España, especialmente en Castilla-La Mancha. Se está adaptando muy bien a las condiciones climáticas de esta región, y se espera que su producción aumente en los próximos años.
El Kumquat, y el caviar cítrico. El kumquat, y el más moderno «caviar cítrico», se están cultivando en zonas de Andalucía, y otras partes de la costa levantina, siendo cultivos con un valor culinario cada vez más alto.
Y el plátano. El plátano merece una mención especial en el contexto de los cultivos exóticos en España. Aunque su origen se sitúa en el sudeste asiático, su cultivo en las Islas Canarias es tan arraigado y extenso que se considera un producto autóctono con Denominación de Origen Protegida Plátano de Canarias.
Estos cultivos, junto con los que ya hemos mencionado, demuestran la diversidad y el potencial de la agricultura española para producir frutas y frutos exóticos de alta calidad.
Además, es importante recordar el continuo estudio y experimentación que se está llevando a cabo en muchos centros de investigación Agrícola en España, lo que provoca la aparición de muchos otros cultivos exóticos adaptándose con el tiempo a las condiciones españolas.