A la hora de abonar nuestro huerto urbano, podemos utilizar tanto diferentes tipos de fertilizantes como técnicas de aplicación. Por una parte, están los fertilizantes solubles, compuestos granulados, de liberación lenta, etc. Por otra su aplicación a voleo, mezclado en el sustrato o disuelto en el agua de riego. Precisamente, esta última técnica, también llamada fertirrigación, es la que vamos a tratar en esta ocasión.
La técnica de aplicar fertilizantes mediante el agua de riego se ha impuesto en todos aquellos ámbitos de la nutrición vegetal donde es posible. Se aplica a nivel profesional tanto en cultivos intensivos como extensivos… bajo invernadero a al aire libre… incluso en jardinería tanto doméstica como en áreas verdes y deportivas. Por supuesto, esto atañe también a los cultivos en huertos urbanos, indistintamente del tipo que se trate.
Podemos definir la fertirrigación por concepto como la aplicación de fertilizantes a través del agua de riego, con lo cual todo sistema de riego que nos permita incorporar un determinado fertilizante estará definido en este ámbito.
Es cierto que el sistema de riego condiciona la forma de aplicar fertilizantes así como la plasticidad o fraccionamiento de los nutrientes en el tiempo. Desde un punto de vista global, en hidroponía las soluciones nutritivas se ajustan bastante a las necesidades del cultivo (han de aportarse todos los nutrientes), en aspersión las concentraciones no pueden ser demasiado altas y en suelo por ejemplo hay un gran buffer (dependiendo del tipo de suelo) que aumenta la tolerancia de error al fertirrigar así como aumenta su plasticidad en el fraccionamiento.
En huertos urbanos, la tendencia es la de riego localizado sobre sustrato orgánico o terreno de campo directamente, por lo tanto estamos hablando de un término similar al de riego por aspersión: con concentraciones de fertilizantes no demasiado altas y de forma continuada.
Evolución de la fertirrigación
Los que se inician en el cultivo en el huerto urbano y toman parte en el riego por fertirrigación, consideran o que es una técnica que siempre ha estado ahí o es muy novedosa. Esta técnica ni ha estado siempre ahí ni es tan novedosa. Sus inicios fueros en los que se aplicaba echando “puñados” de abono en la acequia de riego y desde entonces, han habido cambios y muy rápidos, llegando a una tecnificación y control dignos de una fábrica.
Pero sin duda, el gran avance ha estado en la diversidad de soluciones para todo tipo de circunstancias y cualificación de agricultores. Dosificadores de abonos, sistemas de conducción, goteros… y cómo no, con los fertilizantes ha ocurrido igual, la pureza y solubilidad son factores clave en fertirrigación, y los estándares hoy, así lo reflejan.
Estas características que deben poseer los fertilizantes destinados a la fertirrigación las podemos clasificar desde diversos conceptos:
- Una elevada pureza cercana al 100% para evitar impurezas y un correcto mantenimiento de la red de riego.
- Alta solubilidad para un fácil manejo de las soluciones madre. Esto repercute en poder concentrar más las soluciones con lo que ahorramos espacio.
- Una rápida solubilización del producto. Con ello ahorramos tiempo de preparación y energía/mano de obra en la agitación.
- Mínima generación de polvo en su manejo, que facilita la tarea y minimiza efectos perjudiciales por partículas en suspensión.
- Y libre de compactación por humedad, permitiendo un almacenamiento mayor, así como un adecuado manejo para su disolución.
Ventajas agronómicas de los fertilizantes para fertirrigación
Ya que no todos los fertilizantes que utilizamos son viables para su uso en fertirrigación ¿Cuáles son sus ventajas y diferencias? Como contestación, una de las principales ventajas es que todo lo aportado vía fertirriego debe ser 100% soluble y asimilable por los cultivos. Además la localización de agua y nutrientes (en sus diferentes grados (gotero o aspersión), modifica la estructura y distribución de las raíces haciendo el proceso de nutrición más eficiente energéticamente para la planta.
De forma tradicional se han considerado diferencias, que radican en la diferencia del fraccionamiento en la fertilización. Si bien en cultivos sin suelo a nivel profesional se aportan soluciones nutritivas equilibradas aportando todo lo que requiere el cultivo de forma continuada y a concentraciones bajas, al trabajar en suelo, éste actúa como buffer y se suelen aplicar concentraciones superiores, haciendo un fraccionamiento de la fertilización menor y dotaciones de agua mayores y menor frecuencia.
El suelo de un huerto urbano, al tener una interacción con la fertilización, hay que prestar atención a dichas interacciones si bien, también puede aportar elementos secundarios que en el caso de cultivo sin suelo (en invernadero en cultivos profesionales), han de ser aportados en las soluciones nutritivas.
¿La fertirrigación es respetuosa con el medio ambiente?
La contaminación de aguas superficiales y subterráneas está cada vez más en el centro de mira de las autoridades. La fertirrigación y el riego localizado, optimizan el consumo de agua y nutrientes, no generando escorrentía y sí una percolación mínima. Por ello se disminuye la contaminación de agua.
Por otra parte está el uso de inhibidores de la nitrificación que disminuye aún más la contaminación por nitratos de las aguas.
La nitrificación es el proceso biológico realizado por las bacterias nitrosomonas y nitrobacter que transforma el amonio (NH4+) en nitrito (NO2-) y éste en nitrato (NO3-).
Los inhibidores de la nitrificación ralentizan este proceso biológico manteniendo parte del fertilizante amoniacal en forma de amonio; diversas publicaciones científicas demuestran que si la planta se nutre a través de fertilizantes con inhibidor de la nitrificación, esto permite una nutrición mixta amonio-nitrato, por lo que aumentan los rendimientos productivos, minimizan pérdidas de nitrógeno y se mejoran parámetros cualitativos de producción.
¿Cuál es la tendencia y retos de la fertirrigación?
Hay una clara tendencia al aumento de abonos cristalinos para fertirrigación, de hecho en los últimos dos años se ha incrementado en un 300% su volumen. También, a nivel profesional se experimenta un progresivo aumento en la superficie de regadío y de la modernización de ésta tecnología de riego, como también la intensificación de los cultivos.
Vinculado con la fertirrigación, el consumo de calcio también va al alza, bien sea por su acción desalinizante o por su importancia nutricional y conveniencia de aplicación por fertirrigación.
Los abonos líquidos nitrogenados se mantienen estables pero en cambio, los abonos NPK se multiplican casi por tres, lo cual nos dice que aumenta su consumo y hay una mejora en los conceptos técnicos de nutrición vegetal.
Destacar también el aumento en consumo de biostimulantes como por ejemplo, extractos de algas, los cuales están claramente asociados a cultivos de alto valor y por ende cultivos en fertirriego.
Uno de los retos radica en la mejora de productos fertilizantes cada vez más eficientes, así como en la aplicación y uso de fertilizantes en sí. Las materias primas juegan un rol fundamental, los mercados no dejan de aumentar su consumo y por tanto hay que hacer más con menos. Además, se deben minimizar los impactos ambientales para la protección y seguridad medioambiental. Por tanto, la localización del riego y los abonos con inhibidor de la nitrificación, son dos grandes herramientas para conseguir un uso sostenible del nitrógeno, con menor impacto ambiental.
Para la elaboración de esta información, hemos contado con Javier Vázquez Antequera, ingeniero agrónomo, que nos ha facilitado en una entrevista su conocimiento profesional en el mundo de la fertirrigación como técnica eficaz de agronutrición vegetal. Javier Vázquez desempeña actualmente el cargo de Product Manager en el Departamento de Marketing de Compo Expert, empresa que opera internacionalmente y es reconocida por su posición de líder en fertilizantes especiales para uso profesional. Compo Expert es miembro de AEFA desde 2013.