La fertilización en el cultivo del fresón ha alcanzado un alto nivel de desarrollo gracias a los avances técnicos en los materiales de cultivo (sustratos, riego, instalaciones, etc.), el mejor conocimiento del juego varietal, y el progreso en el uso de agronutrientes, bioestimulantes y microorganismos más eficientes. Este desarrollo es posible, en gran medida, por la experiencia acumulada de los agricultores y profesionales del sector.
Aunque el fresón y la fresa pertenecen a la misma familia de los frutos rojos, el fresón domina tanto en términos de producción como de comercio. Curiosamente, a nivel coloquial y en el mercado, suele llamarse «fresa» a ambos, generalizando términos como «cultivo de la fresa» o «comercio de la fresa«.
Innovación en sistemas de cultivo del fresón.
En las últimas décadas, los sistemas de cultivo del fresón han evolucionado significativamente, pasando de los tradicionales cultivos en suelo a modalidades más modernas como la hidroponía y, más recientemente, los cultivos verticales.
El método más extendido sigue siendo el uso de suelos abancalados, con acolchado y riego localizado, destacando el uso de cinta de goteo por su eficacia y bajo costo.
No obstante, una menor proporción de la producción se lleva a cabo en invernaderos bajo sistemas hidropónicos con control climático, lo que permite obtener fresones fuera de temporada y garantizar el suministro durante todo el año.
Estas explotaciones, ubicadas principalmente en el sureste de España, cuentan con instalaciones de control climático que permiten mantener una producción estable sin depender de las condiciones meteorológicas.
Tecnología y producción en fresón.
La tecnología es un pilar esencial en la modernización del cultivo del fresón. Desde la mejora genética de las variedades, que incrementa los rendimientos y reduce la incidencia de plagas y enfermedades, hasta la optimización de los recursos naturales, cada avance contribuye a mejorar la rentabilidad de las explotaciones agrícolas.
Además, las nuevas variedades no solo son más resistentes, sino que permiten un uso más eficiente de los recursos y una menor dependencia de mano de obra.
Gestión eficiente del agua de riego.
La gestión del agua es uno de los desafíos más relevantes en la agricultura actual. En el cultivo del fresón, los sistemas de riego han evolucionado para aprovechar al máximo este recurso, mediante el uso de tecnología que permite una monitorización precisa del suelo y del clima.
Los sensores y sistemas de automatización de riego ajustan con precisión la cantidad y duración de los riegos, lo que no solo optimiza el consumo de agua, sino que también garantiza una correcta nutrición de las plantas. Además, se están implementando sistemas para reutilizar el agua de la fertirrigación, lo que aumenta aún más la eficiencia en el uso de este recurso vital.
El manejo adecuado del estrés hídrico es clave para la salud del cultivo, y aquí la tecnología del control climático y el uso de bioestimulantes osmoprotectores juegan un papel crucial.
Monitoreo de plagas y enfermedades de la fresa.
La tecnología de drones se está consolidando como una herramienta clave para el monitoreo y control de plagas en el cultivo del fresón. Estos dispositivos permiten detectar precozmente los focos de infección y acceder a áreas de difícil acceso. Además, su uso para la aplicación de fitosanitarios en ultrabajo volumen está ganando popularidad por la uniformidad de los tratamientos y la mejor cobertura.
La monitorización de plagas y enfermedades mediante drones o sensores es fundamental para desarrollar estrategias de control eficaces. Igualmente, el monitoreo de la microbiota del suelo, apoyado por avances en biotecnología, está cobrando importancia en la optimización de la salud de los sustratos y en el manejo de productos biológicos basados en microorganismos.
Fertilización avanzada en el cultivo del fresón.
En las últimas décadas, los avances en la nutrición vegetal han permitido un mejor entendimiento de la fisiología de las plantas y de sus mecanismos de absorción de nutrientes.
El fresón, por su importancia en el sector agrícola, ha sido objeto de numerosos estudios científicos, lo que ha derivado en el desarrollo de bioestimulantes y productos de biocontrol que optimizan el rendimiento.
La biotecnología está jugando un rol central en la creación de productos innovadores a base de microorganismos beneficiosos, cuyo uso se ha incrementado en el cultivo de fresón y otros cultivos agrícolas.
La inversión en investigación de nuevas cepas de bacterias y hongos promete productos más eficientes y duraderos, contribuyendo a la sostenibilidad del sector.