El Espárrago de Navarra, se obtiene a partir de los tallos carnosos de la esparraguera “Asparragus Officinalis L.” y de las variedades Argenteuil, Ciprés, Dariana, Desto, Fortems, Grolim, Hercolim, Juno, Magnus, Plasenesp, Steline y Thielim.
Su color puede ser blanco o morado y puede consumirse tanto en fresco como en conserva.
La zona geográfica donde se cultiva el Espárrago de Navarra, abarca 176 términos municipales de Navarra incluida la comarca de las Bardenas, 49 términos de Aragón y 38 de La Rioja.
El clima es mediterráneo templado. Las noches frías junto a la calidad del agua le proporciona una textura y sabor suave con poca o nula fibrosidad. Solamente se seleccionan para el consumo los que están limpios y enteros. Su consumo en fresco va desde mediados de marzo hasta finales de mayo.
Su cultivo en la ribera del río Ebro y sus afluentes Ega, Arga, Aragón, Leza y Cidacos, se hace de forma tradicional. Se recolecta manualmente antes que el turión llegue a emerger del caballón (cuando apunta). Se inicia en el 2º año de plantación durante 15 ó 20 días y a partir del 3º año toda la temporada.
Los Espárragos de Navarra con “Indicación Geográfica Protegida”, son blancos, con una longitud entre los 17 y 22 centímetros y un diámetro para los frescos como mínimo de 9 mm. Se utilizan las categorías Extra, Primera y Segunda para su comercialización.
Los Espárragos de Navarra para conserva con “Indicación Geográfica Protegida”, corresponden a la categoría Extra y Primera y pueden estar cortados, pelados y ser de distinto tamaño.
Estos espárragos se someten a un proceso de escaldado o blanqueo, que consiste en la inmersión del espárrago en agua caliente o vapor, con ello se elimina los gases, la inhibición de la actividad enzimática, la disminución del número de microorganismos y la limpieza del espárrago.
El proceso termina con un tratamiento térmico de los envases adecuados donde se introducen, se pesan y se rellenan con la adición de líquido de gobierno o cobertura, que en el caso del Espárrago de Navarra es agua y sal.
El Espárrago de Navarra está sometido a estrictos controles de calidad por parte del Consejo Regulador, organismo que gestiona la IGP del Espárrago de Navarra, y es el encargado de controlar los procesos de cultivo, elaboración, envasado y certificación del producto final.
Únicamente se comercializan como tales aquellos que superan estos controles, a lo largo de todo el proceso. Una vez seleccionados se les coloca una contraetíqueta numerada del Consejo Regulador, que garantiza el producto.
El Espárrago de Navarra es una delicatessen para los sentidos. Disfrutar de este producto de altísima calidad es posible gracias a las explotaciones familiares que desde sus comienzos transmitieron su peculiar técnica para su cultivo, una herencia que supieron recoger las generaciones posteriores y que no dejan de depurar y mejorar.
Se deben elegir solo aquellos que lleven el logotipo de la IGP del Espárrago de Navarra en el envase, y si se van a consumir en fresco tener en cuenta que solo es posible hacerlo entre los meses de abril y junio.
El Espárrago de Navarra contiene vitaminas, A, B1, B2, B6, C y E. Los minerales que están presentes son el potasio, el calcio, el magnesio y el fósforo. Tiene propiedades diuréticas. El aporte de calorías es bajo y alto en fibras por lo que es un alimento saciante e ideal para las personas que siguen una dieta.
Con los Espárragos de Navarra se pueden elaborar deliciosas recetas tanto en fresco como en conserva. Cocinados a la parrilla, en ensaladas, acompañados de salsas, huevos, frutas, al horno, etc., están deliciosos.