Entre la información que aportan los medios de comunicación referentes al huerto urbano se encuentran las entrevistas, en las que profesionales en la materia aportan sus diferentes y particulares puntos de vista.
Las hay de todo tipo ya que según el enfoque de cada entrevista las temáticas a tratar son tantas como la complejidad de la agricultura puede llegar a dar. También es cierto que un gran número de ellas se suelen basar en la introducción al mundo de los huertos urbanos sin profundizar excesivamente. Es normal ya que tanto las preguntas como las respuestas suelen ir dirigidas a un público poco experimentado en la materia y por lo tanto asentadas en las generalidades más básicas.
Un ejemplo de entrevistas sobre huertos urbanos es la realizada al coordinador de este canal (Elhuertourbano.net). Fernando Cuenca es entrevistado por la periodista Mara Torres en su programa ‘El Faro’ que emite la Cadena Ser. A continuación abordamos la conversación mantenida para esta entrevista y aquí mismo la reproducción del programa completo.
Entrevista a Fernando Cuenca sobre huertos urbanos en la Cadena SER
¿Cuál es el espectro del huerto urbano? ¿Cuáles son los tipos de huerto que hay?
La expresión ‘huertos urbanos’ es un término que durante estos últimos años ha calado en la sociedad y ha entrado en el mundo de la moda, si bien esta no va a ser pasajera sino que ha venido para quedarse.
Son muchas las empresas que orientadas al mundo de suministros agrícola como semillas, sustratos, macetas y jardineras, fertilizantes, fitosanitarios, riego, etc. han desarrollado toda una completísima gama de productos para este mercado de los huertos urbanos.
Si tenemos que definir de forma esquematizada los diferentes tipos de huertos urbanos, como conceptos podemos definirlos enmarcados en tres categorías:
Huerto urbano puramente agrícola: Es el llamado también huerto urbano de periferia de las ciudades. La famosa huerta de Valencia es un claro ejemplo de ello. Destacar que esta modalidad de huerto urbano busca la rentabilidad.
Son huertos familiares gestionados por agricultores locales en los que han visto como las reglas de juego en el comercio de frutas y hortalizas han cambiado con la entrada de la gran distribución en hiper y supermercados, con producciones desgeolocalizadas y con productos de contra estación donde son cultivados ya en cualquier parte del mundo.
Son frutas y hortalizas cultivadas con muy baja huella de carbono. Una agricultura de cercanía en el que la recolección y puesta en la tienda es de escasas horas, al contrario de lo que sucede con algunos productos que el transporte requiere de días e incluso semanas.
Se venden en tiendas de frutas y hortalizas, actualmente son muy valorados por restaurantes que quieren comulgar con la idea de producto de temporada, de apoyo a la producción local, etc.
Huerto urbano social: Como la palabra ya deja intuir, cumple una función social ya sea terapéutica o de educación por ejemplo.
Así tenemos los que se habilitan en colegios para que los niños y niñas se familiaricen con el ciclo de la vida, conozcan de dónde vienen ciertas frutas y verduras que comen habitualmente, etc. Es un método de formación muy interesante.
También están los que ponen al servicio de la comunidad por parte de los ayuntamientos, para un ocio ocupacional a la vez de saludable. Son pequeñas parcelas dotadas de riego, acceso,… y donde las personas van a pasar unas horas ya no sólo en el huerto sino hablando con sus vecinos agricultores.
Y los que se habilitan en centros de mayores como entretenimiento y ejercicio físico y mental.
Huerto urbano de hobby: Con ellos no se persigue la ‘rentabilidad monetaria’ aunque sí la cultural. Con ellos disfrutamos en privado su gestión y compartimos la satisfacción con familiares y amigos los éxitos conseguidos. Y ‘es una actividad que engancha’ ya que en ocasiones hay quien entra en competición con colegas a ver quién consigue mejores productos.
Estos se desarrollan en jardines privados, terrazas, balcones e incluso en las cocinas con los llamados pequeños huertos de aromáticas y condimentarias… las llamadas hierbas aromáticas y comestibles. En definitiva… la imaginación al poder.
Su cultivo se desarrolla en pleno terreno en el caso de los jardines privados, o en macetas y jardineras en el resto, si bien también podemos encontrar mesas de cultivo para cultivar a más altura. Y no olvidemos los huertos urbanos verticales que permiten cultivar sobre la propia pared.
¿Cómo puedo poner un pequeño huerto en mi terraza o balcón?
Lo primero es saber si existe alguna normativa en la comunidad de vecinos que lo regulen ya que hay recipientes de cultivo que pueden ser muy pesados y también hay una obligación de evitar molestias por riegos por ejemplo. Si todo se lleva con sentido común y cívico no debe de haber problemas.
Seguidamente analizaremos la orientación de espacio donde vamos a establecer nuestro huerto urbano. Si el espacio es muy soleado o lo contrario, si está sometido o no a fuertes vientos, de qué espacio real disponemos e incluso del uso que le deseamos dar. Si tenemos menores en casa buscaremos productos con los que hacerles partícipes.
A partir de aquí elegiremos cultivar productos sólo de temporada ya que ‘el clima es nuestro invernadero’. Además de especies que se adapten al espacio disponible.
Y siempre pensando en la seguridad de terceros. Por ejemplo, si plantamos pepinos o calabazas, nunca utilizaremos la barandilla del balcón como estructura de tutor ya que la caída de uno de sus frutos a la calle puede ocasionar daños.
¿Qué necesito? ¿Cualquier casa puede tenerlo?
De entrada en cualquier casa podemos crear un espacio dedicado como huerto urbano. Desde el momento que cultivamos una planta ornamental, también podemos hacerlo con una hortícola e incluso frutal.
Necesitamos de entrada un recipiente de cultivo y para ello, este dependerá del tipo de planta a cultivar. Por ejemplo:
- Jardineras para plantas de raíces poco profundas como lechugas, zanahorias, fresas,…
- Macetas para plantas de mayor tamaño como acelgas, tomateras, plantas de pimientos, calabacín, pepinos…
- He incluso pequeñas macetas para aromáticas y condimentarias como el romero, la salvia, el perejil, el estragón, estevia, la albahaca,… que podemos incluso combinar su estancia con la cocina.
Y en el caso de frutales, podemos tener árboles de pequeño porte a base de podas pero eso sí, plantados en contenedores de mayor tamaño. En estos casos no sólo se disfruta de sus frutos sino también de su floración, como el caso del almendro o el melocotonero. Ojo que hay frutales que necesitan de polinizadores y debemos tener dos variedades afines para obtener frutos.
No nos olvidemos de las paredes, que nos permiten cultivar fresas y sobre una simple celosía trepadoras como los guisantes o pepinos.
¿Compensa tener un huertito en la ciudad? ¿Supone demasiado trabajo? ¿Da mucho fruto?
Un huerto urbano en la ciudad y a nivel de hobby nunca tiene como prioridad su rentabilidad económica. Si haces números, el coste de un kilo de tomate, el de unas fresas o el de una lechuga cultivados en casa es muy superior al que podemos encontrar en el supermercado. Pero pongamos unos ejemplos:
Que nuestra hija o hijo pueda recolectar una fresa de la propia mata y comérsela después de varios días preguntándonos si ya puede ¿Cuánto vale?
Y el coger una pequeña tomatera con frutos del balcón y ponerla en el centro de la mesa durante una comida y que a nuestros invitados le digas… aquí tienes la sal y el aceite… sírvete tú mismo… los hemos cultivado nosotros… ¿qué precio le pones?
O cuando estás elaborando un plato en la cocina o una bebida refrescante y la condimentas con tus propias hierbas aromáticas… en el caso de mojito por ejemplo. Pues lo mismo. Hay cosas muchísimas veces que el dinero no debe entrar en escena.
¿Es cierto que hay plantas que dan demasiado fruto para usarlas a nivel individual? Como la tomatera o el frambueso por ejemplo.
Nunca tienes demasiados frutos ya que en el caso de que sí, otro de los placeres es el compartir y siempre hay vecinos y vecinas, así como amistades que les encantan este tipo de regalo.
Pensemos que no se trata de una producción en grandes cantidades y que por lo tanto, el número de plantas de cada especie suelen ser muy pocas.
En un huerto urbano no existe el monocultivo como concepto y sí el de diversidad. Incluso cultivando varias especies, estas se enriquecen con la diversidad de variedades. Por ejemplo:
- Lechugas. Las tienes de color rojo, de hoja rizada, de determinados tipos de textura e incluso sabores (lolo rosa, romana, trocadero, iceberg, etc.).
- Acelgas. Las hay de color verde con mayor o menor ancho y tamaño de penca, pero también las hay en tonos rojos, naranjas, amarillos,…
- En tomares. Los hay cherry, de pera, de ensalada, tipo raf, de colores azules, más o menos oscuro… lo que ves en un lineal de un supermercado.
- En rabanitos. Los alargados, los redondos, lo de color rojo en su totalidad o combinados en blanco en su parte superior…
- Y si hablamos de coles… de Bruselas, coliflor, lombardas, repollos…
Y además, como hablamos siempre de productos de temporada, para la época fría del año contamos con las espinacas, acelgas, coles, alcachofas, habas, guisantes, etc. y para la época cálida los tomates, fresas, pimientos, calabacín, berenjenas, cebollas… Aunque durante todo el año podemos cultivar lechugas y un gran número de aromáticas y condimentarias por ejemplo.
En todos los casos es muy aconsejable conocer la especie que cultivamos para darle lo mejor en riego, abonado, volumen de sustrato, ubicación… son plantas resistentes pero como seres vivos tienen sus límites y es nuestra responsabilidad conocerlos.