Denominamos al rábano como rabanito (Raphanus sativus) por su tamaño y es una de esas hortalizas muy fáciles de cultivar en nuestro huerto urbano, tanto en campo como en maceta. De rápido crecimiento, fácil nascencia, con posibilidad de programar su producción… es una hortaliza ideal para principiantes ya que su éxito está prácticamente asegurado.
Su origen, aunque incierto, parece ser que tiene dos ubicaciones muy distintas. Mientras que las variedades de raíz de pequeño tamaño las sitúan en la región mediterránea, las de grandes rábanos la enmarcan preferentemente en regiones de Japón o China.
El rábano lleva muchos años como planta domesticada. De hecho se han encontrado inscripciones en pirámides egipcias, datadas 2.000 años a.C. en las que ya se hacía referencia a su uso culinario.
Es una hortaliza que es conveniente iniciar su cultivo en siembra directa, si realizar un semillero. De hacerlo, es muy probable que su raíz, parte comestible de la planta, salga deformada.
Para partir de semilla, lo mejor es comprar un sobre con ellas, que encontraremos durante todo el año en centros de jardinería, floristerías y demás centros comerciales especializados. Por supuesto, la venta de semillas de rabanito por internet es en la actualidad un recurso muy sencillo.
Cómo es el rábano
El rábano se llama científicamente Raphanus sativus y pertenece a la familia Cruciferae.
Es una planta anual o bienal, con un sistema radicular grueso y carnoso (parte comestible de la planta). Esta raíz es muy variable en cuanto a la forma, tamaño y color. Así, encontraremos variedades con raíz de color de piel roja, rosada, blanca, parda e incluso manchada de diversos colores.
Su tallo es muy corto durante casi todo su cultivo, salvo durante el proceso de la floración. Durante la fase de crecimiento, de él salen sus hojas en forma de roseta. En cambio, al final de su ciclo… cuando inicia su fase de floración, este se alarga alcanzando una altura que oscila entre el medio y un metro según variedades. Durante esta fase, este tallo es de color glauco y algo pubescente.
Sus hojas crecen basales, son pecioladas, glabras o con unos pocos pelos hirsutos. Tienen forma lobulada o pinnatipartida con 1 a 3 pares de segmentos laterales de borde irregularmente dentado. Su segmento terminal es orbicular y más grande que los laterales.
En cuanto a sus flores, nacen dispuestas sobre pedicelos delgados, ascendentes, en racimos grandes y abiertos. Poseen sépalos erguidos y pétalos casi siempre blancos, aunque según la variedad también pueden ser rosados o amarillentos, con nervios violáceos o púrpura. Estas flores poseen seis estambres libres y un estilo delgado con un estigma ligeramente lobulado.
Cuando son fecundadas, se produce un fruto denominado silícula de entre tres y diez centímetros de longitud. Este es esponjoso, indehiscente, con un pico largo.
Las semillas son globosas o casi globosas, de color rosada o castaño claro con un tinte amarillento. Cada uno de estos frutos puede llegar a contener hasta diez semillas incluidas en un tejido de aspecto esponjoso.
Variedades de rábano o rabanito
Basta acercarse a la sección de semillas de de un centro de jardinería o agricento por ejemplo para darse cuenta la cantidad de variedades de rábano o rabanito que podemos elegir. La elección más adecuada será aquella que se adapte mejor a las fechas de cultivo en las que vamos a cultivarlo, y por supuesto, el gusto personal para su consumo.
Las variedades de rábano o rabanito la podemos clasificar según el tamaño y la forma de la raíz, que como ya hemos mencionado, es la parte comestible de la planta. Así podemos clasificatlas como:
- Variedades de raíces pequeñas (rabanitos). Estas a su vez las podemos clasificar en raíces globulares y raíces oblongas.
- Variedades de raíces grandes (rábanos).
Es lo mismo el rabano picante que el rabanito