El pepino es una planta hortícola de verano que podemos cultivarla en cualquier tipo de huerto urbano. En los de campo podremos cultivarlo de forma rastrera o con alguna estructura para su tutorado. Precisamente esta última opción, la utilizaremos cuando el huerto urbano sea de terraza o balcón. Una advertencia: cuando lo cultivemos en un balcón, si utilizamos la barandilla como soporte de tutorado, debemos tener cuidado con sus frutos ya que el viento, unido su peso, pueden llegar a desprenderse y caer al exterior.
Esta planta hortícola es muy importante en el comercio de las hortalizas de fruto ya que posee un elevado índice de consumo y además durante todo el año.
Si bien en España, en el ámbito de la producción profesional, posee una superficie estabilizada, gracias a su mejora varietal y tecnología de producción, durante estos últimos años ha aumentado su volumen de producción y exportación. En este mismo marco, el cultivo de pepino se realiza en numerosas regiones españolas, gozando de un alto nivel tecnológico especialmente en Almería y Murcia.
Su cultivo en huertos urbanos, al carecer normalmente de invernaderos con calefacción, se centrará básicamente durante los meses cálidos del año.
Los países más importantes productores de pepino son China, Turquía, Rep. Islámica de Irán, Estados Unidos, Japón, Rusia, Indonesia, España, República de Corea, México, Países Bajos, Egipto…
El pepino también se utiliza para encurtidos. En este caso se utilizan variedades de pepino de pequeño tamaño, recibiendo el nombre general de pepinillos. Estos no suelen superar los 10 centímetros de longitud.
Breve historia del pepino
Como presentación, el pepino es una hortícola de fruto originario de las regiones tropicales del sur de Asia. Pertenece a la familia Cucurbitaceae y su nombre científico es Cucumis sativus L.
Está documentado que el pepino se cultivaba en la India desde hace más de 3.000 años. De allí se introdujo a Grecia y de ahí a Roma, siendo los romanos quienes difundieron su cultivo a otras partes de Europa. Hay registros de su cultivo en Francia en el siglo IX, en Inglaterra en el siglo XIV y en Norteamérica a mediados del siglo XVI, siendo Cristóbal Colón quien llevó sus semillas a América.
Al principio, las semillas de pepino para su cultivo se obtenían mediante selección de las mejores plantas. Fue en 1872 cuando apareció el primer híbrido comercial.
¿Cómo es la planta de pepino?
El pepino es una planta herbácea anual con un sistema radicular muy potente. Esta consta de una raíz principal que se ramifica rápidamente para dar raíces secundarias superficiales muy finas, alargadas y de color blanco. Debemos saber que esta planta posee la facultad de emitir raíces adventicias por encima del cuello, lo que nos vendrá bien para aporcarla durante su cultivo, favoreciendo la emisión de nuevas raíces y con ello mejorar su vigor.
Su tallo principal, de porte rastrero y trepador es anguloso y algo espinoso. De cada nudo parte una hoja y un zarcillo… y en la axila de cada hoja se emite un brote lateral y una o varias flores.
Sus hojas poseen un largo pecíolo que acaba en un gran limbo acorazonado con tres lóbulos más o menos pronunciados y bordes algo dentados. Estas son de color verde oscuro, recubiertas de un bello muy fino.
Sus flores poseen un pedúnculo corto y sus pétalos son de color amarillo. Aparecen en las axilas de las hojas y pueden ser hermafroditas o unisexuales, ya que la mejora genética ha dirigido sus investigaciones a conseguir una planta con sólo flores femeninas, lo que hace que aumente la producción de pepinos por planta.
Su fruto es de forma pepónide, de tacto áspero o liso dependiendo de la variedad. Inicialmente es de color verde claro que vira a un verde oscuro hasta alcanzar un color amarillento cuando está totalmente maduro. Pero ojo, su recolección debe ser realizada antes de su madurez fisiológica. Su tamaño también varía en función de la variedad.
Su pulpa es acuosa, de color blanquecino, con semillas en su interior repartidas a lo largo del fruto. Estas se presentan en cantidad variable y son ovales, algo aplastadas y de color blanco-amarillento.