El jengibre como especia, valorado por su aroma picante y su sabor distintivo, ha sido una parte fundamental de la historia culinaria y medicinal de diversas culturas alrededor del mundo. Este rizoma ha viajado a lo largo de los siglos para convertirse en un ingrediente esencial en la cocina y en la medicina tradicional. En algunos países como Perú se le conoce con el nombre de kion.
Cómo es la planta del jengibre.
El jengibre, conocido científicamente como Zingiber officinale, es una planta herbácea perenne de la familia Zingiberáceas (Zingiberaceae). Crece en climas cálidos y húmedos, alcanzando alturas de hasta un metro de altura. Su parte más utilizada es el rizoma, un tallo subterráneo que se ramifica y acumula nutrientes.
Este rizoma de color marrón contiene una pulpa amarilla pálida, su sabor es picante y su aroma muy intenso. Su aspecto es nudoso. Tiene dos períodos de recolección, en el caso de que se vaya a comercializar en fresco se recogen a los 8 meses de la siembra y si es para comercializarlo en seco o molido su recolección se lleva a cabo a los 11 meses.
Su consumo puede ser tanto entero, fresco, seco, en polvo o como un extracto concentrado. En fresco tanto en trozos como rayado es muy aromático, más cítrico y menos picante que si se utiliza en polvo.
Historia del Zingiber officinale.
El jengibre es una planta originaria del Asia tropical, su historia se remonta a más de 5000 años, donde era utilizado tanto en la cocina como en la medicina por las antiguas civilizaciones de China e India.
Los mercaderes árabes lo transportaban en seco, haciendo llegar esta especia a griegos y romanos ya en el siglo IV a. C. Hay documentos donde queda reflejado su recomendación por parte de Dioscórides farmacólogo, botánico y médico griego de las legiones romanas, como tonificante, digestivo y para curar las cataratas.
Se cree que fue una de las primeras especias en ser comercializadas en la Ruta de la Seda, conectando Oriente y Occidente y enriqueciendo las cocinas de Europa, África y el Medio Oriente. Durante la Edad Media se utilizaba en Europa en la elaboración del pan de jengibre, para aromatizar bebidas como la cerveza y como ingrediente en salsas para carnes.
En la antigüedad, el jengibre era considerado un lujo reservado para la realeza y la élite. Además de sus propiedades culinarias, se utilizaba para aliviar dolores estomacales, náuseas y problemas digestivos. En la medicina tradicional china e india, se le atribuían propiedades estimulantes y curativas.
Beneficios de consumir jengibre para la salud.
Dentro de las numerosas propiedades que tiene el jengibre para la salud destacamos su acción antiinflamatoria, antioxidante y antimicrobiana. Infinidad de estudios han demostrado su eficacia para reducir los vómitos y mareos, sobre todo en las mujeres gestantes.
Alivia también las náuseas, reduce el dolor, mejora la digestión y fortalece el sistema inmunológico. Es un gran aliado del sistema cardiovascular, ya que impide la agregación plaquetaria, reduce el colesterol y los triglicéridos.
Entre sus principales vitaminas se encuentran la C, B1, B2, B3, B6, B9 y vitamina E. Contienen minerales como el zinc, potasio, manganeso, hierro, fósforo y calcio. Los compuestos fitoquímicos presentes como el shogaol y gingerol responsables también de su sabor picante y, por otra parte, los taninos y los flavonoides, entre otros, lo convierten en un poderoso antioxidante.
Recetas con jengibre.
En la actualidad, el jengibre como especia sigue siendo un ingrediente popular en la cocina global. Su sabor picante y versatilidad lo convierten en un componente esencial en una amplia gama de platos, desde curris hasta postres, sin olvidar las populares galletas de jengibre.
Se utiliza fresco, rallado, en rodajas o en polvo, para agregar sabor y profundidad a las preparaciones culinarias. Se puede incluso confitar con azúcar o preparar almíbar para acompañar macedonias y helados<. Está presente en ensaladas, sopas, platos de carne, pescado, arroces, curris, postres y las populares galletas de jengibre y las (gingerbread man) con forma de muñeco y el pan de jengibre muy típico de algunos países en Navidad.
También se empleaba en la preparación de bebidas, como tés, infusiones y vinos especiados. El té de jengibre con limón es conocido por su poder revitalizante y reconfortante, además de tener la cualidad de reducir la tos en caso de resfriado.
Desde sus humildes orígenes en Asia hasta su omnipresencia en cocinas de todo el mundo, el jengibre continúa deleitando los sentidos y beneficiando la salud de quienes lo consumen.
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