En España, el Cacahuete, también llamado Maní, se consume principalmente como fruto seco, aunque en realidad no lo es ya que se trata de una Leguminosa, relacionada por tanto con los Guisantes, las Lentejas, los Garbanzos, etc.

De todas estas plantas Leguminosas, el Cacahuete es especialmente fascinante porque se desarrolla por debajo de la tierra. Después de la polinización, la flor del tallo se curva hacia abajo y se mete en la tierra donde crecen los frutos dentro de una vaina leñosa. Poseer una cáscara leñosa sin pulpa es lo que hace que el cacahuete se considere más un fruto seco que una legumbre.

También es una planta muy polivalente ya que aunque en España se consume como aperitivo, de él también se extrae un aceite vegetal para cocinar, se preparan cocidos en un sinfín de formas e incluso su parte vegetativa, se utiliza como forraje en ganadería.

El Cacahuete es originario de la parte tropical de América del Sur, sin embargo, China e India, producen cerca de las dos terceras partes de la cosecha mundial.

Su nombre científico es Arachis hypogaea y es una planta anual herbácea, de porte erecto ascendente, alcanzando alturas que superan ligeramente el medio metro.

El cultivo del Cacahuete es relativamente sencillo, aunque es una planta hortícola especialmente indicada para huertos urbanos de campo y no tanto para los de terraza o balcón, ya que su cultivo en maceta o jardinera se complica innecesariamente.

Pero su cultivo no sólo nos proporcionara sus frutos comestibles, sino que al tratarse de una planta leguminosa, enriquecerá el terreno del huerto urbano. Por ello debemos contemplarlo también como una técnica de alternar cultivos de año en año, siguiendo rotaciones en las que obligadamente debe de intervenir una leguminosa. El mismo criterio que mantenemos con las Habas pero durante el verano.

Recordemos que el enriquecimiento del terreno, es derivado del proceso de fijación de nitrógeno en el suelo, mediante el proceso simbiótico entre la planta y ciertas bacterias del género Rhizobium.