En el camino hacia una agricultura más sostenible, el amoníaco verde se postula como un protagonista esencial. Este compuesto, estrechamente ligado a la producción de hidrógeno verde, promete revolucionar la forma en que fertilizamos con compuestos nitrogenados nuestros cultivos.
Su fórmula química es un compuesto cuya molécula está formada por un átomo de nitrógeno (N) y tres átomos de hidrógeno (H), dando como fórmula: NH3.
El origen del amoníaco verde.
El amoníaco verde, como elemento, se obtiene a partir del hidrógeno verde, una fuente de energía limpia, obtenida mediante la electrólisis del agua, que solo emite vapor de agua en su proceso.
Esta característica lo distingue de los combustibles fósiles, cuyo uso genera residuos contaminantes.
¿Qué es el amoníaco y para qué se utiliza?
Haciendo un paréntesis para aclarar qué es el amoníaco, debemos saber que se trata de un compuesto presente en la naturaleza y que es vital para la vida tanto vegetal como animal.
Dentro del mundo de los fertilizantes agrícolas, su principal función es actuar como fuente de nitrógeno. En la agricultura, en concreto, aproximadamente el 80% del amoníaco producido se destina a la fabricación de fertilizantes nitrogenados.
La producción del amoníaco verde.
La clave del amoníaco verde reside en su proceso de producción. Se obtiene mediante la electrólisis del agua, un método que separa el hidrógeno y el oxígeno utilizando energía renovable.
Este enfoque sostenible contrasta con la producción convencional de amoníaco, que genera emisiones de gases de efecto invernadero.
Aplicación del amoníaco como fertilizante.
Las plantas absorben el amoníaco como fuente de nitrógeno, esencial para la síntesis de aminoácidos, clorofila y proteínas. Los fertilizantes de este elemento mejoran la absorción de nutrientes, optimizando la salud del suelo y el rendimiento de los cultivos.
En cuanto a su aplicación, el amoníaco puede hacerse directamente al suelo mediante inyección o disuelto en el agua de riego.
Su versatilidad lo hace adecuado para una amplia gama de cultivos, contribuyendo a un crecimiento saludable y productivo.
El amoníaco verde y la transición ecológica.
El amoníaco verde es un pilar para la transición ecológica. Su producción sostenible reduce significativamente las emisiones de CO2, contribuyendo a la lucha contra el cambio climático.
En este contexto, España se posiciona como un referente en la producción y aplicación de amoníaco verde. Empresas como Fertiberia, en colaboración con Iberdrola, lideran la iniciativa, promoviendo una agricultura más sostenible y respetuosa con el medioambiente.