El cultivo del regaliz es muy fácil si disponemos de un suelo tirando a árido pero fértil, con exposición soleada y agua para mantener una humedad constante. Es una manera muy sencilla de comernos nuestro propio regaliz y, por lo tanto, es una planta muy interesante para huertos urbanos de jardín o campo ya que nos producirán suficientes raíces como golosina para consumo propio y por supuesto regalar a familiares y demás amistades. En huertos urbanos de terraza y balcón también puede cultivarse si bien el contenedor debe ser de gran tamaño para que se desarrolle bien y emita sus raíces rizomatosas, parte comestible de la planta.
Si se dispone de campos amplios, el cultivo del regaliz para su uso en el mundo farmacológico, gastronómico y naturalismo también es muy interesante por ser mercados que aumenta su demanda.
Actualmente se cultiva en muchas partes del mundo, normalmente sobre zonas húmedas como son los lechos de ríos, los barrancos, las vaguadas, etc.
Condiciones para el cultivo del regaliz
Como avanzamos, el cultivo del regaliz es fácil si prestamos atención a determinados parámetros. A continuación te damos la siguiente información.
El suelo para el cultivo del regaliz
Comenzando por el terreno, el regaliz necesita un terreno algo profundo para desarrollar sus numerosas raíces, si bien son los tallos más superficiales y rizomatosos los más interesantes para su recolección. Si optamos por cultivarlo en macetas éstas deben ser grandes, como mínimo más de 50 centímetros de profundidad y los mismos de diámetro.
Para su cultivo en maceta le gustan los sustratos ligeramente áridos con buen drenaje y rico en materia orgánica para que mantenga una humedad constante. Para que tengamos una idea como referente, se desarrolla muy bien en terrenos arenosos con materia orgánica y húmedos como los que se encuentran en los lechos de ríos o lagunas.
Si los cultivamos en campos o jardín, es recomendable aportar materia orgánica del tipo humus o compost una vez al año. Además de fertilizar ayudaremos a mantener e incluso enriquecer la fauna microbiana del suelo.
La iluminación para el cultivo del regaliz
El regaliz como planta necesita estar en una ubicación a pleno sol para crecer adecuadamente. Es una planta propia de clima eminentemente mediterráneo.
La temperatura para el cultivo del regaliz
Las temperaturas más adecuadas para el cultivo del regaliz se sitúan entre los 18 y 28°C. Condiciones como unas heladas, aunque sean muy suaves, fuertes vientos y posibilidades de granizo, le afectarán gravemente.
La siembra en cultivo del regaliz
Aunque se puede reproducir por división de mata, por hijuelos que crecen alrededor de la mata, esquejes y semilla, esta última modalidad es una de las más utilizadas. Su época de siembra es bastante amplia ya que podemos iniciarla con la llegada de la primavera y terminar hasta ya muy adentrado el verano.
Sean provenientes de esqueje o semilla, cuando están bien enraizado se plantan directamente en campo o en maceta. En maceta no hay problema de espacio porque según van creciendo se pueden mover. Pero en el caso de su plantación en el campo o jardín conviene mantener un marco de plantación de metro y medio tanto entre plantas como entre filas. Cuanta menos competencia tengan las raíces más largas y gruesas se harán.
El riego para el cultivo del regaliz
Partiendo de que el regaliz necesita un terreno húmedo, deberemos contar con la suficiente agua de riego, especialmente en verano, para asegurarnos su buen desarrollo. Por lo tanto, no es un cultivo adecuado para ser cultivado en terrenos de secano.
También es importante regar en forma periódica y sin exceso. La opción más recomendada es el riego por goteo, teniendo la precaución de que cada planta disponga de varios puntos de aporte de agua (goteros) para que su sistema radicular se desarrolle al máximo.
En el caso de su cultivo en maceta, intentemos regar con agua exenta de cloro (potable) y si no puede ser, mantener el agua en un cubo durante uno o dos días para que se evapore.
El abonado en el cultivo del regaliz
Para el abonado durante el cultivo del regaliz una vez ya implantado, es muy recomendable el aporte de materia orgánica como una enmienda orgánica, estiércol, humus o compost una vez al año.
Como fertilizante mineral podemos utilizar uno del tipo 18-12-24 con microelementos. Este le proporcionará una nutrición equilibrada para un desarrollo manteniendo sus ramas y follaje fuerte. Lo ideal es que sea un fertilizante soluble y aplicado en cada riego (fertirrigación) a dosis bajas para evitar salinizar el sustrato.
Multiplicación del regaliz
Ya hemos avanzado que el regaliz se puede reproducir por división de mata, por hijuelos que crecen alrededor de la mata, por esquejes y por semilla.
A nivel de aficionado, uno de los métodos más seguros de multiplicación del regaliz es mediante el arranque de los hijuelos que aparecen cercanos al tronco. Para su éxito, conviene arrancarlos con raíz y un poco de tierra.
Otra forma de obtener una nueva planta de regaliz es cogiendo un trozo de regaliz de pocos centímetros y ponerlo sumergido sobre un tercio en un vaso de agua mineral. Debemos tener cuidado para mantener su verticalidad. Dejaremos el tronquito el suficiente tiempo hasta que veamos crecer unos pequeños brotes y raíces. Durante este tiempo iremos añadiendo agua según se va evaporando. Tras su brotación será el momento para trasplantarlo a maceta y una vez arraigado al jardín.
Sobres de semillas de regaliz
Si optamos por la compra de sobres de semillas de regaliz, los podemos encontrar en grandes superficies, centros de jardinería, floristerías y demás centros especializados.
Un formato tradicional es el de sobre con escasas semillas ya que el precio suele ser común para todos los sobres y precisamente la cantidad de semilla es la que ajusta el precio de venta. Así los podemos encontrar en sobres con peso de entre menos de un gramo a 25, 60 o más gramos.
Un gramo de semillas de regaliz contiene unas 80 unidades. Su siembra es durante primavera y verano y su recolección sobre los 36 meses de su siembra.
Cosecha del regaliz
La cosecha del regaliz es el momento más esperado y más cuando han tenido que pasar entre 3 y 4 años desde el momento de la siembra. La recolección se realizará de octubre a marzo.
Para ello se localizarán las raíces rizomatosas más potentes y con cuidado se irán extrayendo del suelo y cortadas con una navaja o tijera bien afilada, evitando dañar al arbusto.