Una de las opciones para fertilizar y mejorar las características del terreno es la incorporación del compost en el huerto urbano. Pero ¿Qué es el compost?
El compost es un producto obtenido por fermentación aeróbica de residuos orgánicos. Entendiendo como residuos orgánicos todos aquellos productos derivados de la gestión del propio huerto urbano: restos de podas, hierbas, plantas eliminadas, frutos desechados, etc.
A nivel de legislación hay una definición concreta del compost, especialmente dirigida a identificar correctamente este producto para aquellas empresas que lo fabrican y comercializan.
Según la Orden de 28 de mayo de 1998 sobre ‘fertilizantes y afines’ que desarrolla el Real Decreto 72/1988 de 5 de febrero, modificado por el Real Decreto 877/1991, de 31 de mayo, matiza que sus contenidos mínimos en elementos fertilizantes (porcentajes en peso) son los siguientes:
- Materia orgánica total 25%
- Humedad máxima 40%
- El 90% del producto pasará por la malla de 25 mm.
- Y que puede contener materiales plásticos y otros inertes de tamaño inferior a 10 mm.
Qué diferencias hay entre ‘Enmienda no húmica sólida’ y ‘Compost’
Existen tres diferencias muy claras. La primera se refiere a que las primeras al ser incorporadas al suelo se transforman para dar humus, mientras que en el caso del compost ya ha sufrido una fermentación previa. Las enmiendas no húmicas, evidentemente, también han sufrido una fermentación, teóricamente no controlada, mientras que en el compost, se supone que la composición y la fermentación han sido controladas.
La segunda diferencia se concreta en el tamaño de partícula: el tamaño de la malla es de 10 mm para las enmiendas y de 25 mm para el compost.
La tercera hace referencia a que el compost puede contener inertes (plásticos, etc.). Esta última es, sin duda, la de mayor interés, ya que las enmiendas orgánicas proceden de restos orgánicos (animales o vegetales) que bien pueden considerarse naturales, mientras que los compost proceden más comúnmente de depuradoras y basuras transformadas, lo que difícilmente admite sean considerados como naturales.
El Compost en el huerto urbano puede ser fabricado in situ. Venden compostadores prefabricados muy útiles, si el huerto urbano es de terraza o de campo pero de escasas dimensiones. Para grandes superficies, mayores de 50 metros cuadrados, es necesario crear espacios habilitados para tal fin.
En ellos, se van aportando restos de podas, hierbas, plantas eliminadas, frutos desechados, etc. subproductos propios que se generan día a día. Las capas inferiores, comienzan a fermentar al poco tiempo, descomponiendo la materia orgánica, generando el llamado compost, ideal para aportar al propio campo para mejor su estructura y aporte de fertilizantes extras.