Cómo cosechar el cebollino dependerá en gran medida de qué parte queremos aprovechar de él. Sí, porque del cebollino se puede cosechar tanto sus hojas como sus flores.
Para cosechar las primeras hojas tras su plantación, se debe iniciar cuando la planta tenga entre cuatro y ocho seudotallos. Una vez la planta adulta, realmente se cosechará conforme se necesite.
La recolección de sus tallos puede ser desde la primavera hasta el otoño y si ha entrado en fase de floración no se utilizarán los tallos florales.
Es importante ir cosechando el cebollino durante el transcurso de la temporada, aunque no se necesite. El motivo es tanto favorecer la emisión de nuevas hojas, como evitar que las hojas adultas se endurezcan y pierdan calidad.
El método consiste en cortar sus hojas con unas tijeras bien afiladas para evitar el mascado en el corte. Este daño dificulta la cicatrización de la hoja y es una puerta de entrada a hongos y bacterias. La zona de corte se sitúa a 3 ó 4 centímetros de la base y la longitud de las hojas es variable, siendo una buena medida a partir de los 15 centímetros, porque indica una madurez, turgencia y sabor adecuado.
Tras su corte debe ser preparado lo antes posible. Consiste, mediante una tabla de cortar y un cuchillo bien afilado, cortar sus hojas en pequeños trocitos con los que condimentar los platos cocinados.
Si no vamos a utilizarlos en ese momento, en fresco, está la modalidad de congelarlo o dejarlo secar en un sitio fresco, oscuro y ventilado para conservarlo en seco. Pero si podemos, la opción más interesante de conservación es la de congelado, porque deshidratado pierde gran parte del aroma.
En cambio, si lo que deseamos es la recolección de sus flores, no queda otra opción que hacerlo durante su periodo de floración, que suele producirse entre mayo y junio. Estas flores son muy interesantes para la decoración de ensaladas.
Utilización del cebollino en cocina
El cebollino es un alimento con un alto contenido en agua y muy bajo en energía. Destaca en vitamina C, A y folatos, estando en cantidades apreciables minerales como el hierro, el calcio y el magnesio. Su compuesto azufrado, la alicina, contiene un potente agente antibacteriano y de ahí que se pueda usar tópicamente como desinfectante y fungicida. También es cierto que resulte menos efectivo que el del ajo y la cebolla por su inferior concentración.
El cebollino se puede utilizar en la cocina en todas aquellas preparaciones en las que se puede recurrir al uso de cebolla, si bien su sabor es más delicado y menos intrusivo. En cocina, se uso preferentemente en fresco. El sabor de sus hojas, junto con sus flores, la parte comestible de la planta, tiene una reminiscencia a la cebolla.
Es adecuado para sazonar salsas, caldos, sopas, huevos, tortillas, quesos suaves y cremosos, ensaladas o simplemente como decoración. Va especialmente bien con el pescado.
Como hemos adelantado, también pueden consumirse sus atractivas flores de color púrpura, que poseen un sabor similar a la cebolla y además son ideales para decorar como presentación de plato.