La coliflor es una hortaliza que pertenece a la familia de las crucíferas. Su procedencia se sitúa en países del cercano oriente como Turquía, Siria y el Líbano. Se introdujo en el continente europeo a través de Italia, de hecho fueron los romanos los primeros que la cultivaron.
La Coliflor de Calahorra amparada por la Indicación Geográfica Protegida son inflorescencias de Brassica oleracea var. botrytis. Es una planta anual, por lo que se puede consumir durante todo el año.
Proceden de las variedades híbridas Nautilus, Castelgrand, Arbond, Pierrot, Armetta, Fargo, Belot, Scaler, Mayfair, Daydrean, Arthur, RS-91013, Dunkl, Fortrose, Jerome, Matra, Tucson, Aviso, Cafano, Admirable, Imola, Serrano, Nomad, Midar, 5090, Kerjo, Eclipse, Kimball, Astral, Regata, RS-84299, Arven y Astoria.
La coliflor de Calahorra que se comercializa en fresco pertenece a las categorías “Extra” y “I”, exceptuando las que son destinadas para su posterior transformación industrial. Se caracteriza por carecer de granulosidad, su frescura, su excelente sabor y su compacidad superior a 0,5.
De forma redonda y masa blanca, su recolección se hace de manera manual. Sus hojas verdes se deben conservar, para proteger el traslado del campo al almacén. Este periodo de tiempo no debe de superar las 12 horas, luego se mantienen frescas a una temperatura entre 0ª y 5º para retirar el llamado “calor de campo” y mantener así la calidad del producto.
El municipio de Calahorra pertenece a la Comunidad autónoma de La Rioja, concretamente a La Rioja Baja. Otros de los municipios donde se cultiva son: Aguilar de río, Alhama, Aldeanueva de Ebro, Alfaro, Arnedo, Autol, Cervera de río Alhama, Pradejón, Quel y Rincón de Soto, y el municipio de Alcanadre situado en Rioja Media.
El cultivo de la coliflor en esta zona geográfica está presente desde el siglo XIX. El buen saber hacer de las personas que se dedican a su cultivo ha pasado de generación en generación manteniendo el conocimiento de antaño e implementando al mismo tiempo los avances en la investigación de nuevas variedades.
Este hecho permite utilizar distintas variedades que han sido aprobadas por el Consejo de Coordinación bajo criterios de calidad, por lo que la época de siembra trasplante y recolección será distinta dependiendo de la variedad.
Sus fértiles tierras están bañadas por los ríos Cidacos y Ebro. Su climatología de tipo mediterráneo continental, es de inviernos cálidos y veranos suaves con bastante humedad relativa, por estar situadas más al este, en la llamada Rioja Baja.
El mejor momento para su consumo se da entre los meses de septiembre a febrero, aunque se pueden consumir durante todo el resto del año. Es una hortaliza muy consumida por su bajo aporte calórico (92 ml por cada 100 gramos) es agua, y también por tener cualidades depurativas.
Entre sus vitaminas se encuentran la A, C, B1, B2, B6, y la K, cabe destacar la vitamina C por su altísima proporción, lo que ayuda a producir colágeno de manera natural. Contiene fibra y minerales como el potasio, calcio, magnesio, manganeso y fósforo, entre otros.
El isotiocianato y el glucosinolato también están presentes, se trata de dos antioxidantes con propiedades anticancerigenas. Previene todo tipo de cánceres, sobre todo el de colon. Esta verdura también es beneficiosa para personas hipertensas y fortalece las defensas.
El número de recetas para elaborar riquísimos platos con la Coliflor de Calahorra es amplísimo. Desde menestras, ensaladas, sopas, tabulé, cremas, pastas, arroces, carnes y pescados de todo tipo. Destaca entre todas ellas la popular col gratinada al horno.
La presencia de la coliflor amparada con Indicación Geográfica Protegida “Coliflor de Calahorra”, cada año aumenta en todos los mercados europeos. Su altísima calidad y los avances en cultivos cada vez más sostenibles de esta verdura, la convierten en imprescindible en todas las mesas y dietas saludables.