En el bonito valle del Jerte desde hace cuatro siglos se cultiva de manera tradicional la extraordinaria Cereza del Jerte y la variedad Picota. Pertenece a la provincia de Extremadura, situado entre un extremo de la Sierra de Gredos y la ciudad de Palencia.
En este enclave sin igual, entre el final del mes de marzo y principios de abril florecen los cerezos, convirtiendo en mantos blancos sus fértiles tierras.
Este espectáculo de la Naturaleza suele durar entre diez y quince días, dependiendo de la climatología. Da comienzo con la fiesta del Cerezo en Flor declarada de Interés Turístico Nacional a partir de la segunda quincena del mes de marzo y que termina a principios del mes de mayo, siendo miles los turistas que lo visitan todos los años.
La Cereza del Jerte es autóctona del Valle del Jerte, pertenece a la especie Prunus avium L, son los frutos del cerezo. Sus fértiles tierras están bañadas por las aguas cristalinas del río Jerte y por su altitud el aire es limpio.
Su zona de producción se sitúa a una altura superior a los mil metros, en los términos municipales de los valles montañosos del Jerte, así como las comarcas del Ambroz y La Vera.
- Valle del Jerte: Barrado – Cabezuela del Valle – Cabrero – Casas del Castañar – ElTorno – Jerte – Navaconcejo – Piornal – Rebollar – Tornavacas – Valdastillas.
- Comarca de La Vera: Aldeanueva de la Vera – Arroyomolinos de la Vera – Cuacos de Yuste – Garganta la Olla – Gargüera – Guijo de Santa Bárbara – Jaraíz de la Vera – Pasarón de la Vera – Torremenga.
- Valle del Ambroz: Cabezabellosa – Casas del Monte – Gargantilla – Hervás – Jarilla – Segura de Toro.
Las variedades amparadas por la Denominación de Origen son las populares Picotas sin el pedúnculo y la Navalinda que si lo contiene.
La Picota incluye otras variedades, Ambrunés, Pico Negro, Pico Colorado y Pico Limón Negro, todas ellas pierden de forma natural su pedúnculo al recolectarlas.
De color rojo púrpura a rojo granate por fuera, el color de la pulpa puede variar según su variedad, pasando del rojo a un tono más amarillo o crema.
Se recoge y se selecciona a mano dejándola en pequeños cestos de castaño para que no pierdan su frescura. A pie de árbol se van sacando de estos cestos para su selección y control de calidad.
El sello Denominación de Origen protegida (DOP), con las que se comercializan las cerezas y picotas del Jerte nos garantiza que la fruta ha pasado todos los controles de calidad y que no ha perdido su frescura, ya que tan solo habrán pasado un día desde su recolección al puesto de venta.
El sello “Cereza del Jerte” se utiliza para las cerezas y las variedades del grupo “Picotas”, mientras que el sello “Cereza del Jerte + Picota”, es exclusivo para las variedades de Picota.
Desde el año 1996 las cerezas y picotas del Jerte disfrutan del certificado de Denominación de origen Protegida, por su altísima calidad. De pequeño tamaño, su textura crujiente y dulzor las hace únicas.
La cereza del Jerte contiene flavonoides, es antioxidante y rica en vitamina A, B y C. Contiene minerales como el calcio, fósforo, hierro, zinc, potasio, cobalto, magnesio, azufre y cobre. Todos estos minerales contribuyen a combatir el envejecimiento celular.
Es una gran aliada del sistema inmune y favorece la circulación. Entre sus muchísimas propiedades destacar su poder antiinflamatorio, diurético y depurativo.
Con las cerezas del Jerte también se pueden elaborar ricas recetas, bizcochos, tartas, zumos y batidos, gazpacho, helados, mermeladas, ensaladas, e infinidad de platos donde el simple toque con este excelente producto a la vista y al paladar los convertirá en únicos.