Con el mes de octubre (en el hemisferio norte y en concreto en España), entramos en una época con la posibilidad de mantener una gran actividad en nuestro huerto urbano.
Acabamos de iniciar la estación de otoño y es un momento ideal para realizar trabajos de abonados, podas, siembras, estaquillados, etc.
Salvando las distancias, podemos decir que nos encontramos en una especie de «primavera inversa«: los días se acortan en vez de alargar, las temperaturas disminuyen en vez de aumentar y venimos de tiempos calurosos y secos, al contrario de lo que sucede en la primavera.
Con todo ello, el rango de temperaturas nos permite realizar trabajos en el huerto urbano que sin duda nos darán muy buenos resultados durante los próximos meses.
Junto con el mes de septiembre, octubre es un mes idóneo para dar un cambio importante en muchos aspectos relacionados con nuestras hortícolas y frutales.
Podemos planificar nuestro calendario de plantación de hortícolas de otoño e invierno y si tenemos idea de incorporar un frutal en el huerto urbano de campo (debe de estar enraizado en contenedor), es un gran momento para hacerlo con el objetivo de que brote con más fuerza una vez llegue el buen tiempo.
Aromáticas como la hierbabuena y menta comienzan a perder la parte aérea para pasar mejor los meses más fríos del año, pero ojo, siguen trabajando emitiendo con fuerza sus tallos subterráneos, factor muy importante para una buena brotación primaveral.
Es un buen momento para limpiar las zonas ocupadas por estas plantas e incluso añadir algo de tierra o mantillo sobre ellas, una vez veamos que han perdido gran parte de sus hojas.
En cambio, otras como el romero, la salvia, el tomillo o la lavanda, por ejemplo, empiezan a ganar belleza con su nueva brotación, que finalizará en una estupenda floración antes de su parada vegetativa en invierno.
El mes de octubre también viene acompañado de lluvias provocadas por la inestabilidad del tiempo. Con ellas se humedece el terreno y sumado a las temperaturas todavía agradables, los huertos urbanos de campo corren el riesgo de llenarse de malas hierbas, sobre todo si no se eliminan de forma periódica.
No dejemos que estas malas hierbas arraiguen con fuerza y mantengamos el terreno limpio de ellas. Ojo, podemos dejar algunas de ellas de forma aislada para que sirvan de refugio para insectos beneficiosos.
En un huerto urbano también podemos plantar algunas bulbosas para recolectar sus flores próximamente. Como en el mes anterior todavía es un buen momento para hacerlo. Las especies recomendadas son las denominadas bulbos de otoño, porque se plantan en esta estación y sus flores se recolectan entre finales de invierno y primavera normalmente.
Verduras y hortalizas en el huerto urbano en octubre
Terminaremos de recolectar los últimos tomates, berenjenas, pimientos… si no lo hemos hecho ya. Con la llegada del frío y las lluvias estos se pueden estropear y de todas formas, las plantas ya no florecen en abundancia y sus futuros frutos puede que no lleguen a desarrollarse con éxito.
El caso del tomate es diferente. Si el clima acompaña y si partimos de plantel bien desarrollado, aún podemos plantar algunas unidades para recolectar durante el mes de noviembre. Es una práctica viable en zonas costeras del mediterráneo y áreas insulares, en cambio, no lo es en el interior peninsular, zona en la que los fríos llegan pronto y con fuerza.
En cambio, sí es un momento ideal para nuestras siembras y plantaciones de otros tipos de hortalizas más acorde con estas fechas como son las espinacas, los rábanos, lechugas de invierno, acelgas, coles, cebollas de primavera, habas, puerros, garras de espárrago, etc.
Como ya hemos escrito en otros artículos, hablar de coles en el huerto urbano es hablar de una gran familia de productos que denominamos tipos de coles: coles de Bruselas, coliflor, romanesco, bróculi, repollo, col lombarda, etc.
Tengamos siempre presente que las especies de raíz pivotante y que aprovechamos estas para su consumo, como por ejemplo los rábanos o zanahorias, necesitarán de siembra directa. El resto de hortalizas (espinacas, lechugas de invierno, acelgas, etc.) las podemos sembrar o plantar desde semillero según nos convenga.
Cuando limpiemos el huerto urbano de las hortalizas que terminan, removeremos la tierra y a su vez, aprovechamos el momento para realizar los abonados de fondo e incorporar un buen compost. Por otra parte, recordemos que estos restos de plantas arrancadas son buenos para el compostaje.
Las alcachofas más precoces ya comienzan a dar sus primeros frutos, aunque con temperaturas algo elevadas, estas flores poseen brácteas muy coriáceas y puntiagudas.
Si no lo hemos hecho ya, las alcachofas que lleven plantadas en el terreno varios años, aún estamos a tiempo de arrancarlas, dividir sus matas y plantarlas para que la próxima cosecha de invierno y primavera sea más espectacular y cuantiosa. Una vez enraizadas, aumentaremos su riego y abonado, ya que a partir de ahora crecerán con gran fuerza.
Las calabazas están en su momento para la recolección. Si se tuvo en cuenta y se plantaron calabazas ornamentales, también llamadas calabazas decorativas, las podemos recolectar y guardarlas para las decoraciones navideñas. Por supuesto, siempre podemos dejar alguna para diversión de los más pequeños durante la festividad de Halloween.
Para seguir con una correcta sanidad vegetal, es importante prestar especial atención a los caracoles y babosas, así como a la Botrytis: son plagas y enfermedad que se ven favorecidas por la humedad excesiva. Como siempre, controlarlas con tratamientos respetuosos con el medio ambiente y a ser posible, ecológicos y sin plazo de seguridad.
Abonaremos con fertilizantes más ricos en potasio, sobre todo para que ayuden a fortalecer nuestras plantas ante la llegada en pocos meses del frío invernal.
Frutales en el huerto urbano en octubre
Si tenemos viñedos, según la variedad y zona… o ya se ha vendimiado o es el momento de hacerlo. Si queremos mantener los racimos más tiempo en la vid, es interesante embolsarlos con los materiales apropiados, ya que no nos servirá cualquier tipo de bolsa.
Antes del embolsado, si vemos que hay que hacer algún tratamiento sobre los racimos, es el momento de realizarlo porque después estarán bastante protegidos.
Recolectaremos los últimos higos maduros. Aquellos frutos que maduren en exceso se estropearán en el árbol e incluso caerán con facilidad.
Los naranjos siguen engordando sus frutos e incluso las especies y variedades más precoces, ya pueden ser recolectadas, aunque unas semanas más en el árbol les permitirán ganar en dulzor. Recordemos que las variedades más precoces de mandarinas ya se pueden recolectar en España en octubre.
Si vemos que las ramas inferiores de los naranjos ceden en exceso por el peso de los frutos y estos tocan el suelo, es importante sustentar estas ramas con ayuda de tutores de caña. Así evitaremos que se puedan pudrir los frutos en contacto con el suelo en un ambiente con exceso de humedad.
Los abonados deben ser más ricos en potasa para fortalecer los frutales de cara al invierno. Reduciremos los nitrogenados al máximo porque, por una parte, no lo necesitan y por otra favorecemos gratuitamente los problemas de enfermedades.
También, debemos reducir los riegos en la medida que las precipitaciones se den.
Durante el mes de octubre, muchos de los frutales, en especial los de hoja caduca, no necesitan ningún cuidado a destacar. Únicamente hay que ir vigilándolos y esperar a que sus hojas caigan tal y como le corresponde en otoño. Ya se podarán durante los meses de diciembre a febrero.
Los frutales que nos siguen dando su producción por estas fechas (varía según la variedad) son los almendros, avellanos, manzanos, membrillero, nogal, granado, kiwi, caqui, higuera y algunas variedades muy tardías de ciruelo, nectarina y peral.