El avellano es un árbol frutal caducifolio, su nombre científico es Corylus avellana L y pertenece a la familia de las betuláceas. La avellana es la semilla de su fruto, dentro del género Corylus hay unas diez especies de avellanos.
Los avellanos crecen de manera silvestre en toda Europa y Asia, pero son originarios de Irán, Irak y Turquía. Según algunas fuentes ya en el año 1271 en la Lonja de Barcelona ya se hablaba de la avellana, concretamente de la creación de un comercio para regular su venta.
La avellana de Reus pertenece a las especies Corylus avellana y Corylus maximus. Son árboles que alcanzan normalmente entre 3 y 5 metros de altura.
Su fruto presenta una parte exterior de color verde o epicarpio leñoso (piel), que se separa cuando madura. Al separarse encontramos la cáscara que envuelve a la semilla: la avellana. Además de como fruto seco, también se puede elaborar aceite. El aceite vegetal resultante de la avellana se utiliza para elaborar productos cosméticos para el cuidado de la piel.
Las variedades de avellana de Reus amparadas con el sello de Denominación de Origen Protegida (DOP) son: la negreta, morella, pautet, gironella y cuplana. Su presentación para el consumo puede ser tanto como avellana con cáscara, en grano o tostadas. Para las avellanas con cáscara su presentación puede ser de dos tipos: “Muy grandes” con un calibre de 18 mm y “Grandes” de 16 mm o más.
Los terrenos donde se cultiva la Avellana de Reus pertenecen a las comarcas del Baix Camp, el Alt Camp, la Conca de Barbera, el Priorat, la Terra Alta y el Terragonés, todas ellas de la provincia de Tarragona y, por lo tanto, dentro de la Comunidad Autónoma de Cataluña.
La avellana de Reus con Denominación de Origen Protegida necesita gran cantidad de agua y temperaturas medias en torno a los 12 y 16°C, aunque tiene bastante resistencia a temperaturas más bajas, siempre que no sobrepasen los -8°C de mínima.
Esta suave temperatura unida a la peculiaridad de sus suelos, le otorgan a la avellana de Reus unas cualidades organolépticas excelentes, que la distinguen del resto.
De forma globosa, las avellanas están dispuestas en grupos de 1-5 y suelen alcanzar un tamaño de entre 1,5 y 2 cm. Se recolecta cuando el fruto ha alcanzado la madurez óptima. Normalmente, las variedades más tempranas a finales de agosto y el resto hasta el mes de octubre.
Las avellanas una vez recolectadas son transportadas con mimo hasta las industrias elaboradoras, donde se les somete primero a una limpieza de todo tipo de impurezas. Luego se separan las que van a comercializarse sin cáscara, para poder eliminarla. Este proceso se llama descascarillado. Seguidamente, las que van a ser tostadas se someten a una fuente de calor. Luego se clasifican por categorías y calibre y finalmente se envasan.
Comer unas cuantas avellanas a diario es un buen hábito. Contienen un gran número de grasas saludables que ayudan a proteger la salud cardiovascular y previenen las enfermedades degenerativas.
El contenido tanto de ácido oleico como de arginina equilibran los niveles de colesterol. Contienen vitamina B6, tiamina y niacina. Sus principales minerales son el fósforo, potasio, hierro, magnesio y el calcio.
Este fruto seco se consume bastante como aperitivo, pero también están presentes en las mejores cocinas de todo el mundo como parte de muchos exquisitos platos. Se pueden elaborar las típicas cocas mediterráneas, bizcochos, magdalenas, galletas, panes, turrones, bombones, helados, salsas, cremas, ensaladas, y acompañando todo tipo de carnes y pescados.
El etiquetado con el sello del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida, garantiza en todo momento que el producto ha pasado los más estrictos controles de calidad a lo largo de todo el proceso.
La avellana de Reus goza desde el mes de marzo de 1991 de la Denominación de Origen “Avellana de Reus”, reglamento que fue aprobado por el gobierno de la Generalitat de Catalunya.