Si hay un grupo de plantas para cultivarlas en nuestro huerto urbano que de forma global destaque especialmente por su facilidad de cultivo y su aprovechamiento es el de las aromáticas. Según la especie, nos proporcionan condimentos para nuestros platos y bebidas, aromas en el propio huerto y en el hogar e incluso muchas de ellas además poseen principios activos beneficiosos y por lo tanto nos ayudan a mejorar nuestra salud.
Cuando nos referimos a la posibilidad de cultivar plantas aromáticas en huertos urbanos, tendemos a pensar en nuestra terraza, en el balcón e incluso en nuestro jardín, pero rara vez pensamos en nuestra propia cocina. Sí, muchas de las plantas aromáticas que conocemos, pueden ser cultivadas en el alféizar de una ventana o zona muy iluminada de la cocina. Cortar unas hojitas de perejil, orégano, tomillo, albahaca o romero para condimentar un guiso o ensalada es un placer, así como preparar un té moruno o un mojito con hierbabuena recién recolectada.
Entre las plantas aromáticas más populares para cultivar en el huerto urbano están la ajedrea, albahaca, alcaravea, aloe vera, anís, cebollino, chalota, cilantro, comino, enebro, eneldo, espliego, estragón, guindilla, hierbabuena, hierba luisa, hinojo, hisopo, laurel, lavanda, manzanilla, mejorana, melisa, menta, orégano, perejil, poleo, romero, salvia y tomillo.
Por cierto, algunas de las plantas denominadas como aromáticas, también actúan como repelente natural de plagas, que cultivadas dentro del ámbito de la agricultura ecológica de nuestro huerto urbano nos ayudarán a mantenerlo más libre de posibles insectos maliciosos.
Todas ellas producen flores y muchas son especialmente melíferas. De hecho hay mieles comercializadas con el nombre de ‘miel de tomillo’, ‘miel de romero’… que así lo ratifican. Estas abejas nos ayudarán a la vez a fecundar nuestras otras plantas de fruto del huerto urbano como tomates, pimientos, fresas, pepinos, etc.
¿Cuántas plantas necesito de cada especie?
Se necesitan muy pocas plantas para estar abastecidos durante todo el año. Dependerá del uso, pero por ejemplo con una o dos plantas de romero y tomillo pueden bastar para todo el año. Cada vez que recolectemos sus ramitas las estaremos podando, y bien cuidadas, incrementarán su número de ramas y con ello su producción.
Otras aromáticas como el perejil, hierbabuena, cilantro o albahaca son de temporada, pero nos dan la posibilidad de recolectarlas periódicamente y congelarlas para tenerlas disponibles durante el resto del año.
También podemos ir recolectando las hojas de tomillo, laurel, romero, orégano… y dejarlas secar en un sitio seco y con escasa luz para luego conservarlas y utilizarlas como las que nos venden envasadas en pequeños frascos. Las podemos mantener enteras, trocear o moler según más nos guste para su uso. En el caso de las guindillas simplemente dejando secar sus frutos.
Otras plantas aromáticas, como la lavanda o la salvia, nos proporcionan además momentos de espectacular floración a lo largo del año: normalmente durante la primavera y el otoño. Podemos recolectar sus flores y crear arreglos florales para repartirlos por la casa, e incluso confeccionar saquitos aromáticos con ellas.
¿Son difíciles de cultivar las plantas aromáticas?
El cultivo de plantas aromáticas en el huerto urbano suele ser muy fácil, ya que en su mayoría se trata de hierbas. Evidentemente, la climatología de la zona, estación del año y orientación de la vivienda, serán los condicionantes más relevantes.
Lo primero, una vez decidido cuáles vamos a cultivar, es informarnos de su origen y en la medida de lo posible de sus características de cultivo.
Las hay que proceden y viven en un clima mediterráneo sobre lomas de montaña, terrenos pedregosos, etc. como por ejemplo el tomillo, la lavanda, el poleo o el romero y por lo tanto utilizaremos un sustrato muy poroso, regaremos con moderación y la exposición de cultivo será a pleno sol o cuanto más mejor. Por el contrario, las hay de ambientes más húmedos como la hierbabuena y la menta que suelen crecer mejor en zonas sombrías en las riveras de los ríos. En estos casos utilizaremos un sustrato más turboso, con riegos más frecuentes y una exposición de sombra o semi sombra.
Si elegimos adecuadamente para cada especie el lugar para su cultivo, el sustrato adecuado, la época de siembra o plantación, abonamos y regamos arreglo a sus necesidades, el éxito está asegurado. Son plantas muy rústicas sin apenas problemas de plagas ni enfermedades. Esto nos permite cultivarlas de forma ecológica.
Las podemos cultivar en mesas de cultivo, jardineras, macetas o directamente en el terreno del jardín. Como hemos avanzado, serán muy pocas plantas de cada especie, por lo tanto, podemos comprar al año una o dos plantas de la especie deseada, y si queremos iniciar su cultivo mediante semilla, bastará con tan solo un sobre de semilla para todo el año, que si conservamos correctamente las sobrantes, tendremos también para el siguiente.
La limitación nos la pondrá el espacio disponible y nuestra preferencia de uso. Es recomendable tener las menos posibles pero mejor cuidadas, con más espacio para que realmente aprovechemos todo su potencial.
El cultivo de plantas aromáticas en huertos urbanos es todo un lujo para los sentidos. El aroma de la hierbabuena en un té moruno, el sabor de la albahaca en una pizza, el azulado color de las flores de lavanda, el suave tacto de la savia del aloe vera, etc. son un claro ejemplo, además de un regalo por cultivarlas.
Se agradecen todos estos consejos! Muy buen articulo!
Muchísimas gracias 🙂 por compartir, felices fiestas!!