La alcachofa de Tudela con Indicación Geográfica Protegida (IGP), pertenece a la especie cynara scolymus L. Todas sus fases de producción, cultivo, acondicionamiento y envasado se realizan en la Comunidad Foral de Navarra.
Los municipios que gozan de los terrenos idóneos para este cultivo son: Ablitas, Andosilla, Arguedas, Azagra, Barillas, Buñuel, Cabanillas, Cadreita, Cárcar, Cascante, Castejón, Cintruénigo, Corella, Cortes, Falces, Fitero, Fontellas, Funes, Fustiñana, Lodosa, Marcilla, Mendavia, Milagro, Monteagudo, Murchante, Peralta, Ribaforada, San Adrián, Sartaguda, Tudela, Tulebras, Valtierra y Villafranca.
La alcachofa de Tudela tiene forma redondeada un tanto oval. Presenta en el centro un orificio resultado de que sus hojas no se juntan y no pueden cerrar la cabezuela. Tiene un tallo largo entre 15 y 20 cm. Otra de sus características que las diferencian del resto es su carne tierna y que está exenta de vilanos pelosos en su interior.
Solo están amparadas por la Indicación Geográfica Protegida las plantas procedentes del cultivar “Blanca de Tudela”, así como las semillas inscritas en el Registro Oficial de Productores que pertenecen al cultivar “Blanca de Navarra”, para su posterior siembra, por lo que queda garantizada en todo momento su altísima calidad.
La plantación de la Alcachofa de Tudela se hace entre los meses de julio hasta mediados de agosto. Cuando llega el otoño hasta bien entrada la primavera se recolecta, normalmente es a partir del mes de octubre, pudiendo variar por las condiciones atmosféricas que se den. Esta recolección totalmente manual se hace de manera selectiva y escalonada.
Tiene innumerables propiedades beneficiosas para la salud. Es diurética, depurativa y digestiva. Es baja en calorías por su alto contenido de agua, también ayuda a reducir el colesterol y previene el estreñimiento por la fibra que nos aporta.
La Alcachofa de Tudela es rica en vitaminas C, E, B1 y B3. Entre los minerales que contiene se encuentra el magnesio, calcio, fósforo y en mayor medida el potasio.
Con ella se elaboran infinidad de platos, es una de las verduras más presentes en la alta cocina. Hervidas, fritas, cocidas, al horno, en ensaladas, menestras, acompañando todo tipo de arroces, carnes y pescados. También están presentes en pizzas, pasteles de verduras, cremas, sopas etc.
Su calidad está garantizada en todo momento tanto en fresco como en conserva, ya que está sometida a estrictos controles por parte del Consejo Regulador. Desde el año 2000 goza de la Indicación Geográfica Protegida que fue ratificada por el Ministerio de Agricultura de España en mayo del 2001 e inscrita el 9 de octubre de ese mismo año en el Registro de la Comisión Europea.