El abonado de cobertera es una técnica agronómica que consiste en la aplicación de fertilizantes después de la siembra y durante el desarrollo del cultivo.

Este método se realiza sobre la superficie del suelo o cerca de la zona radicular, por lo tanto, es un abonado de superficie, sin necesidad de incorporar los nutrientes mediante labores mecánicas como la disolución en agua (fertirrigación), inyección en el suelo o enterrado en la tierra mediante laboreo, ya que se aprovechan las condiciones de humedad y temperatura del suelo y ambientales para que los fertilizantes sean absorbidos por las raíces del cultivo.

El objetivo principal del abonado de cobertera es complementar las necesidades nutricionales durante el cultivo para asegurar su crecimiento. Este tipo de fertilización es clave para mejorar el rendimiento y la eficiencia en la absorción de nutrientes, ya que permite un suministro oportuno y ajustado a las fases fenológicas del cultivo.

Además, este tipo de abonado debe ser planificado, considerando factores como el tipo de suelo, el estado de desarrollo del cultivo, las condiciones climáticas y las características del fertilizante utilizado, para maximizar su eficacia y minimizar las pérdidas por lixiviación o volatilización.

Por lo tanto, se diferencia del abonado de fondo porque este es incorporado directamente mezclado con la tierra o sustrato, mientras que el de cobertera se incorpora directamente sobre la superficie.

Por cierto, el abonado de cobertera no solo se aplica a cultivos hortofrutícolas, sino también al de flores y plantas ornamentales, en áreas verdes, campos deportivos, zonas ajardinadas, cubiertas vegetadas, etc.

Equipos para la aplicación de un abonado de cobertera.

Para la aplicación del abonado de cobertera, se utilizan diversos equipos que permiten una distribución precisa y uniforme de los fertilizantes sobre el suelo.

Estos equipos varían según el tipo de fertilizante, el tamaño de la parcela y el cultivo. Entre ellos se encuentra las abonadoras centrífugas, las más utilizadas para la distribución de fertilizantes granulados o en polvo. Funcionan mediante discos rotatorios que lanzan el fertilizante de manera centrífuga, cubriendo grandes áreas con rapidez. Permiten regular el caudal de salida y la anchura de distribución, adaptándose a diferentes tipos de cultivos.

Otro tipo de equipo es las abonadoras neumáticas. Estas utilizan aire comprimido para transportar y distribuir el fertilizante a través de conductos hacia boquillas o tubos que lo liberan sobre el suelo de manera controlada. Su principal ventaja es la precisión en la distribución, ya que evitan que el viento afecte la uniformidad del abonado.

Las abonadoras de cinta o pendulares son otro sistema y distribuyen el fertilizante en zonas más localizadas o en cultivos donde se requiere una distribución más precisa y uniforme, aportándolo en zonas más estrechas o difíciles de acceder.

También existen sembradoras o equipos combinados que incluyen sistemas para la aplicación de fertilizantes durante el desarrollo del cultivo. Estos equipos permiten aplicar el fertilizante de manera precisa, incluso cerca de las raíces o entre las hileras de plantas.

Fruto de los avances tecnológicos, entran en juego las aplicaciones de abonado de cobertera mediante drones y vehículos autónomos, equipados con sistemas de esparcido de fertilizantes precisos y controlados.

El abonado de cobertera y la fertirrigación.

El abonado de cobertera y la fertirrigación son dos técnicas de fertilización diferentes, aunque ambas tienen como objetivo suministrar nutrientes a los cultivos durante su desarrollo.

Las principales diferencias entre ellas radican en la forma de aplicación, el tipo de fertilizante utilizado y el método de distribución. En la fertirrigación, los fertilizantes se disuelven en el agua de riego y se distribuyen a través de sistemas de riego por goteo, aspersión, microaspersión o surcos. Los nutrientes llegan directamente a la zona radicular junto con el agua.

Y el abonado de cobertera, consiste en la aplicación de fertilizantes sólidos o granulados sobre la superficie del suelo, normalmente sin incorporar mecánicamente los nutrientes. Se realiza a campo abierto, dispersando el fertilizante directamente sobre la tierra, generalmente después de la siembra y durante el crecimiento del cultivo.

Fertilizantes utilizados es el abonado de cobertera.

Para el abonado de cobertera se utilizan diferentes tipos de fertilizantes, formulados para facilitar su mecanización y distribución.

Por una parte, se encuentran fertilizantes clásicos como el nitrato de amonio – NH4NO3, la urea – CO(NH2)2, el sulfato de amonio – (NH4)2SO4, el nitrato cálcico – Ca(NO3), nitrato de potasio – KNO3 o el sulfato potásico K2SO4, por ejemplo.

En este contexto, también se emplean fertilizantes complejos granulados y fertilizantes de liberación controlada, que son opciones cada vez más comunes, especialmente en cultivos de alto valor y en situaciones donde se busca optimizar la eficiencia en el uso de los nutrientes.

Estos fertilizantes complejos granulados son mezclas que contienen varios nutrientes esenciales (nitrógeno, fósforo, potasio, y en algunos casos micronutrientes) en un solo gránulo. Formulaciones como 15-15-15, 20-10-10, 12-24-12, entre otras, son clásicas.